Los libros de cocina que cambiaron el mundo: Las recetas más emblemáticas del mundo
Los platos que hicieron historia en los mejores libros de cocina
Cada una de estas recetas proviene de un innovador libro de cocina que transformó nuestra forma de entender distintos tipos de gastronomía gracias a autores de varios países. Desde las precisas técnicas francesas de Julia Child hasta el enfoque esencial del sabor de Samin Nosrat, estos autores no solo ofrecieron instrucciones: nos enseñaron a cocinar con confianza.
Algunas de estas creaciones nacen de la tradición, mientras que otras reinventan los sabores del día a día, pero todas destacan por su legado culinario, su originalidad y su influencia duradera. Ya sea una salsa sencilla o un plato festivo, cada receta se ha ganado su lugar en el canon de la cocina moderna.
Sigue leyendo y descubre los platos más emblemáticos de los mejores libros de cocina del mundo.
Adaptado al español por Ana Niño, Redactora en español para loveFOOD.
8. Un libro de cocina mediterránea, de Elizabeth David
Antes de las famosas Julia Child y Claudia Roden, estaba Elizabeth David. Cuando se publicó A Book of Mediterranean Food (Un libro de cocina mediterránea), su innovador libro en 1950, transformó la cocina tanto en la Gran Bretaña de la posguerra como fuera de ella. En plena época de racionamiento —cuando productos básicos como la mantequilla o el azúcar aún escaseaban—, David ofreció un delicioso escape al llevar los vibrantes sabores de Francia, Grecia e Italia a las cocinas domésticas.
Platos como el ratatouille, la spanakopita y el cassoulet al estilo de Toulouse eran desconocidos para la mayoría de los cocineros caseros de la época, pero las claras instrucciones y el evocador lenguaje de David despertaron una nueva curiosidad por ingredientes como los tomates frescos, la albahaca y el ajo.
8. Sopa de pescado mediterránea alla Elizabeth David
En la introducción de esta receta, Elizabeth David guía a los lectores por un recorrido regional de las sopas de pescado italianas, comparando la burrida genovesa, el cacciucco de Livorno y la zuppa di pesce napolitana antes de presentar su propia versión.
Comienza con un rico caldo elaborado con una cabeza entera de bacalao, vino blanco y un toque inusual de cáscara de naranja y limón, junto con las hierbas y verduras clásicas del sofrito —cebolla, ajo, apio y perejil—. Para la sopa, cuece arroz en el caldo reducido y colado con tomates triturados y añade berberechos o mejillones, gambas y cangrejos de río junto con su jugo de cocción. Como brillante toque final, incorpora ralladura de limón y ajo machacado justo un minuto antes de servir, elevando los sabores a algo verdaderamente inolvidable.
7. Momofuku, de David Chang y Peter Meehan
Este libro de cocina, difícil de clasificar por su mezcla de géneros, quizá no sea tan venerado como otros de esta lista, pero ¿existiría hoy nuestra fascinación en Occidente por el kimchi —la col fermentada tradicional de Corea— o el chili crunch —el aceite picante crujiente muy popular en la cocina asiática— sin él? Combinando los sabores coreano-estadounidenses con técnicas de alta cocina, David Chang revela su enfoque irreverente, divertido y lleno de sabor en una obra que es a la vez autobiografía y manual culinario.
Las recetas son irresistibles: bollos de panceta de cerdo, pollo frito coreano y una infinidad de platos de fideos inspirados en su amor por los instantáneos. Momofuku redefinió la cocina asiático-estadounidense moderna y se convirtió rápidamente en un clásico de culto, animando tanto a chefs como a cocineros caseros a experimentar con la fermentación, el umami y la creatividad sin complejos.
7. Fideos con jengibre y cebolleta, al estilo David Chang
Esta receta es increíblemente sencilla, pero tiene un gran impacto umami, del tipo que satisface los antojos salados y picantes en un solo bocado. La clave está en el aderezo: una “salsa madre” de Momofuku que David Chang describe como “uno de los mejores condimentos de la historia”.
Corta finamente uno o dos manojos grandes de cebolletas y mézclalas con jengibre picado, salsa de soja ligera, un aceite neutro —como el de semilla de uva—, sal kosher y vinagre de Jerez. Deja reposar la mezcla al menos 15 minutos para que los sabores se integren o hasta dos días si buscas una intensidad más profunda.
Mezcla la salsa con fideos calientes y corónala con un huevo frito crujiente. Sencillo, sabroso y 100% Momofuku.
6.Un libro de cocina de Oriente Medio, de Claudia Roden
El primer libro de cocina de Claudia Roden —nacida en Egipto y publicado en 1968— recopilaba las recetas y las historias de su comunidad judía de Oriente Medio en una época en la que la gastronomía de la región era todavía muy desconocida en Occidente. Con platos como el tabulé libanés y el kibbe de cordero sirio, revolucionó la cocina casera y dio a conocer a toda una generación ingredientes como el za’atar —una mezcla de especias y hierbas secas muy usada en la cocina levantina—, los limones confitados y la melaza de granada.
Preciso, pero profundamente personal, A Book of Middle Eastern Food (Un libro de cocina de Oriente Medio) se convirtió en un éxito de ventas, inspiró una serie de televisión de la BBC —la cadena pública británica— y catapultó a Roden a la fama internacional.
6. Pastel de naranja y almendra, al estilo Claudia Roden
Elegir un solo plato del libro de cocina de Claudia Roden no ha sido tarea fácil: muchas de sus recetas se convirtieron en clásicos instantáneos (y hacemos una mención especial para su tabulé de perejil y menta). Sin embargo, este pastel destaca por su originalidad y por una textura y un sabor inigualables.
¿El secreto? Dos naranjas enteras, hervidas con su piel y trituradas hasta obtener una pulpa aromática, una técnica que más tarde adoptaría Nigella Lawson en su famoso pastel de clementinas. Elaborado con almendras molidas en lugar de harina y seis huevos, es un postre jugoso y rico que equilibra a la perfección el toque cítrico con la intensidad de los frutos secos.
5. Una invitación a la cocina india, de Madhur Jaffrey
Invitation to Indian Cooking (Una invitación a la cocina india), de Madhur Jaffrey, introdujo a generaciones de cocineros caseros en la riqueza y variedad de la gastronomía india.
Publicado por primera vez en 1973, el libro destacó por el estilo claro y accesible de Jaffrey y por su manera de desmitificar los ingredientes auténticos, haciendo que platos complejos parecieran perfectamente alcanzables. Sin formación culinaria formal, Jaffrey aprendió a cocinar de niña siguiendo las recetas manuscritas de su madre.
A través del libro —y más tarde de su popular serie de televisión emitida por la BBC—, transformó la forma en que se percibía y preparaba la cocina india fuera de su país.
5. Pollo tandoori, al estilo Madhur Jaffrey
En su libro, Jaffrey se refiere a este plato como “pollo al estilo tandoori” y señala que ni siquiera las cocinas domésticas mejor equipadas pueden reproducir el calor abrasador de un tandoor —el horno de barro tradicional del norte de la India—. Su solución: cortar las patas en dos y las pechugas en cuatro trozos para garantizar una cocción uniforme.
El secreto está en el adobo, una mezcla intensamente aromática de yogur, ajo, jengibre, guindilla verde y garam masala, que se introduce en profundidad en los cortes de la carne y se deja reposar hasta 24 horas. Cocinado en el horno a la máxima temperatura, el resultado es un pollo jugoso, especiado y con un ligero toque ahumado, digno de cualquier restaurante indio auténtico.
4. Dishoom: Desde Bombay con amor, de Shamil Thakrar, Kavi Thakrar y Naved Nasir
Cuando Dishoom abrió sus puertas en Covent Garden —uno de los barrios más animados del centro de Londres, conocido por sus teatros, mercados y restaurantes— en 2010, se propuso recrear el espíritu de los antiguos cafés iraníes de Bombay, famosos por su ambiente acogedor y su mezcla de influencias persas e indias.
Sus legiones de seguidores celebraron la publicación, en 2019, del tan esperado libro de cocina del restaurante, repleto de recetas emblemáticas de su menú. Desde el legendario Bacon Naan Roll hasta el Chicken Ruby o el Lamb Raan, incluye “casi todo”.
Más que un simple recetario, es un festín visual lleno de fotografías e ilustraciones evocadoras que transportan al lector a las calles de Bombay. Como dijo el chef y escritor gastronómico Nigel Slater —uno de los divulgadores gastronómicos más reconocidos del Reino Unido—: “Nunca había leído un libro que me hiciera mirar con tanta nostalgia mi maleta”.
4. Daal negro, al estilo Dishoom
El daal negro de Dishoom es una versión más rica y cremosa del clásico plato indio daal makhani —un guiso de lentejas con mantequilla típico del norte de la India—. Es lo primero que revisa el chef ejecutivo del restaurante, Naved Nasir, cuando visita cualquiera de las cocinas de la cadena, donde se deja cocer a fuego muy lento durante 24 horas.
Por suerte, reproducirlo en casa lleva mucho menos tiempo, aunque sigue requiriendo al menos cuatro horas de preparación. Empieza lavando las urad dal —lentejas negras— y hiérvelas en agua fría durante dos o tres horas, hasta que la piel se desprenda y el interior esté tierno.
Tras escurrirlas, vuelve a cocerlas con agua limpia y una mezcla de especias aromáticas —jengibre, ajo, pasta de tomate, chile en polvo y garam masala— hasta que se deshagan y adquieran una textura cremosa. ¿El toque final? Una generosa cucharada de mantequilla y un poco de nata espesa para un resultado profundamente reconfortante.
3. Sal, grasa, ácido, calor: los cuatro elementos de la buena cocina, de Samin Nosrat
El libro publicado en 2017 por la chef estadounidense Samin Nosrat, Salt, Fat, Acid, Heat, desglosa el arte de cocinar en cuatro principios fundamentales: “la sal, que realza el sabor; la grasa, que amplifica y aporta textura; el ácido, que equilibra y da brillo; y el calor, que determina la textura final de los alimentos”.
Una vez comprendidos estos pilares, explica Nosrat, cualquiera puede cocinar de forma instintiva, sin seguir una receta al pie de la letra, guiándose por los ingredientes frescos y de temporada. Es una filosofía que perfeccionó en el legendario restaurante californiano Chez Panisse.
El libro cobra vida gracias a las encantadoras ilustraciones de Wendy MacNaughton, que desmitifican desde los cristales de sal hasta la estructura de la masa, acompañadas de consejos prácticos y combinaciones de sabores inspiradoras.
3. Pollo asado marinado en buttermilk, al estilo Samin Nosrat
Uno de los capítulos más reveladores de Sal, grasa, ácido, calor profundiza en la cantidad de sal necesaria para sazonar correctamente los alimentos (spoiler: mucha más de lo que solemos usar) y en la importancia de añadirla en distintas fases de la cocción. Ese principio se plasma a la perfección en esta receta, también mostrada en la serie de Netflix de Nosrat, donde solo el buttermilk —el suero de leche, un producto lácteo ligeramente ácido utilizado en repostería y marinados— y la sal crean una salmuera sencilla pero llena de sabor.
Nosrat comienza salando generosamente el pollo y dejándolo reposar durante unos 30 minutos para que el condimento penetre. Luego lo sumerge en buttermilk mezclado con dos cucharadas de sal kosher, o cuatro cucharadas de sal marina fina, y lo deja marinar durante 24 horas.
Antes de asarlo, se retira el exceso de buttermilk, obteniendo un pollo increíblemente jugoso, tierno y profundamente sabroso.
2. El arte de la cocina francesa, volumen I, de Julia Child, Louisette Bertholle y Simone Beck
Ampliamente considerado uno de los mejores libros de cocina de todos los tiempos, Mastering the Art of French Cooking, Volume I acercó la cocina francesa clásica al cocinero doméstico estadounidense medio. Publicado en 1961, fue fruto de la colaboración entre la inimitable Julia Child y sus compañeras del Cordon Bleu de París, Louisette Bertholle y Simone Beck.
El trío logró descomponer técnicas complejas en pasos claros y manejables, adaptando recetas tradicionales francesas a las cocinas de casa y conquistando a un público cada vez más amplio de aficionados a la gastronomía de clase media.
2. Boeuf bourguignon, alla Julia Child
En la película Julie & Julia (2009), esta es la receta que casi acaba con el personaje interpretado por Amy Adams: tras horas de preparación, se le quema justo antes de servirlo, en una de las escenas más recordadas de la cinta. Pero dominarla no es tan complicado, solo requiere paciencia.
En la icónica versión de Julia Child del boeuf bourguignon, los trozos de ternera se cuecen lentamente en vino tinto con tocino, creando un guiso intenso y reconfortante. El secreto está en la cocción lenta: la carne debe quedar tan tierna que se pueda cortar con una cuchara, mientras la grasa del tocino aporta a la salsa un profundo sabor umami y una textura sedosa.
Siguiendo la tradición clásica francesa, las setas y las cebollitas se saltean por separado en mantequilla antes de incorporarse a la salsa colada y reducida.
1. Lo esencial de la cocina italiana clásica, de Marcella Hazan
La reina culinaria británica Nigella Lawson elogió este clásico de 1982 con unas palabras que siguen resonando décadas después: “Si este fuera el único libro de cocina que tuvieras, ni tú ni aquellos para quienes cocinas se aburrirían jamás”.
Marcella Hazan, considerada una de las mayores expertas mundiales en cocina italiana, combina la precisión técnica con una sencillez refrescante que hace que sus recetas resulten accesibles y fieles a la tradición. Sus platos emblemáticos —como el ragù boloñés cocinado a fuego lento o el pollo asado con limón— celebran los sabores puros y atrevidos de Italia.
The Essentials of Classic Italian Cooking sigue siendo una obra maestra atemporal y uno de los libros de cocina más influyentes jamás escritos.
1. Salsa de tomate con cebolla y mantequilla, al estilo Marcella Hazan
La receta más emblemática de Marcella Hazan es también la más sencilla: una salsa de tomate elaborada con tomates maduros o en conserva, mantequilla, sal, un toque de azúcar y una cebolla cortada por la mitad —intacta, nunca picada—. No lleva aceite de oliva, ajo ni hierbas, solo el sabor puro del tomate, cocido a fuego lento hasta alcanzar una textura sedosa perfecta.
Creada originalmente para acompañar ñoquis, también es ideal para spaghetti o penne. Puede que esta salsa minimalista no sea especialmente fotogénica, pero encarna el genio de Hazan: transformar ingredientes humildes en auténticas delicias. Y una vez dominada, quizá cambie para siempre tu forma de entender la pasta.
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