Si no sabes qué cocinar o preparas lo mismo todas las semanas, esta colección de recetas para toda la familia es para ti. Aquí no hay listas interminables de ingredientes ni métodos de cocción complicados, solo platos sabrosos para al menos cuatro personas que se preparan en cuestión de minutos. Elige entre nuevas versiones de tus platos de pasta favoritos o recetas sencillas de un solo plato, con muchas opciones vegetarianas y veganas.

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Adaptado al español por Ana Niño, Redactora en español para loveFOOD.

Una explosión de colores, sabores y texturas en un plato, esta puede ser una versión sencilla del clásico minestrone, pero es más que suficiente como solución para una comida entre semana.

Para prepararlo, pon dos latas de 400 g de tomates troceados en una cacerola y añade 1,5 latas de agua hirviendo. Lleva a ebullición, añade 150 g de col rallada y cocina a fuego lento durante 5 minutos. Añade 150 g de col rizada y 400 g de alubias cannellini escurridas; cocina durante otros 5 minutos. Mientras tanto, unta 4 rebanadas de pan ciabatta con 1 cucharada de aceite de oliva, tuéstalas hasta que estén doradas y frótalas con un diente de ajo cortado por la mitad. Escalfa 4 huevos durante 2 minutos. Sirve la sopa en cuencos, coloca un huevo escalfado sobre cada tostada, ponlos en la sopa, rocíalos con 1 cucharada de aceite de oliva y sirve.

Puedes variar las verduras según lo que tengas a mano y sustituir los cannellini por otro tipo de alubias. Para nosotros, sin embargo, el huevo escalfado y la rebanada de pan tostada son imprescindibles.

Los muslos de pollo tiernos y jugosos cocinados en caldo y vino blanco con beicon, nata y champiñones son un auténtico manjar para una comida entre semana. Necesitan una hora en el horno, pero la preparación es rápida y fácil.

Precalienta el horno a 160 °C. Fríe 250 g de beicon picado en una sartén grande apta para el horno, añade 2 cebollas picadas y cocina hasta que se doren. Retira con una espumadera. Sazona 8 muslos de pollo, dóralos en la misma sartén con 2 cucharadas de aceite y reserva.

Añade 30 g de harina, bate 150 ml de caldo de pollo caliente y añade 150 ml de vino blanco seco. Vuelve a poner el pollo, el beicon y las cebollas en la sartén con 2 ramitas de tomillo, un manojo pequeño de salvia y 2 hojas de laurel. Lleva a ebullición, tapa y hornea durante 30 minutos.

Añade 200 g de champiñones cortados en cuartos y 100 g de crème fraîche, remueve y hornea durante otros 15-20 minutos. Fríe 6 hojas de salvia en mantequilla hasta que estén crujientes. Retira los tallos de las hierbas, añade el perejil picado y sirve con las hojas de salvia crujientes.

El queso fundido, el jamón y los tomates se intercalan entre dos láminas de hojaldre comprado en la tienda en esta cena fácil y sabrosa que solo requiere unos pocos ingredientes. Teniendo esto en cuenta, es importante utilizar un queso de sabor fuerte, como el gruyère o el cheddar añejo, y jamón de buena calidad. Sirve con una ensalada verde y disfruta de las sobras al día siguiente para almorzar.

Para prepararlo, precalienta el horno a 200 °C. Coloca una lámina de hojaldre de 35 x 23 cm sobre una bandeja forrada con papel vegetal y unta con 125 g de salsa de tomate, dejando un borde de 2 cm. Espolvorea con 150 g de queso rallado y reparte 150 g de jamón en lonchas. Marca suavemente un dibujo de rombos en la segunda lámina de hojaldre y colócala encima. Sella los bordes con un tenedor.

Bate un huevo con una pizca de sal y azúcar, pincela, haz 10 pequeños orificios en la parte superior y refrigera 10 minutos. Pincela de nuevo, hornea 20 minutos, reduce la temperatura a 170 °C y hornea otros 10-15 minutos, hasta que esté dorado. Deja enfriar ligeramente antes de servir.

Las cebollas caramelizadas, dulces y untuosas, son las protagonistas de esta tarta invertida, aromatizada con queso cheddar ahumado y hojas de salvia crujientes.

Precalienta el horno a 200°C. En una sartén apta para el horno, calienta 3 cucharadas de aceite, 1 cucharada de mantequilla y 10 hojas de salvia a fuego medio-bajo. Después de un par de minutos, reserva las hojas de salvia crujientes y un poco de mantequilla de salvia para untar más tarde. Coloca 7 cebollas cortadas por la mitad (500-600 g) con la parte cortada hacia abajo en la sartén. Sazona con sal y pimienta, espolvorea con 1 cucharada de azúcar y rocía con 1 cucharada de vinagre balsámico. Tapa y cocina a fuego lento durante 15 minutos. Destapa y espolvorea con la mitad de los 20 g de queso cheddar ahumado rallado.

Corta una lámina de hojaldre de 375 g por la mitad y colócala sobre las cebollas, metiendo los bordes hacia dentro. Pincha con un tenedor y unta con la mantequilla de salvia reservada. Hornea durante 25 minutos hasta que esté dorada y hojaldrada. Voltea con cuidado la tarta sobre una tabla, rocía con 1-2 cucharadas más de vinagre balsámico, esparce el queso restante y las hojas de salvia crujientes, y sirve.

Perfecta para entre semana, esta rica y cremosa lasaña rápida está lista en 35 minutos. Necesitarás una sartén grande antiadherente con tapa.

Calienta 1 cucharada de aceite de oliva en una sartén grande a fuego medio-alto. Añade 2 calabacines cortados en rodajas con una pizca de sal y fríelos durante 8-10 minutos hasta que se ablanden y se doren ligeramente. En una jarra, mezcla 250 g de queso crema, 100 ml de nata doble, 75 g de parmesano rallado, 400 ml de agua, ralladura de limón, sal y pimienta.

Añade 2 dientes de ajo rallados y ½ cucharadita de nuez moscada a la sartén y cocina durante 1 minuto. Vierte la mezcla de nata y remueve hasta que empiece a burbujear. Añade 350 g de espinacas y la mayor parte de un manojo pequeño de albahaca, removiendo hasta que se ablanden.

Añade 200 g de láminas de lasaña rotas, asegurándote de que queden sumergidas. Tapa y cocina durante 6 minutos, remueve bien y luego cocina 2 minutos más con el parmesano restante. Comprueba que la pasta esté tierna; cocina 2 minutos más si es necesario. Deja reposar durante 5 minutos y luego espolvorea albahaca y piñones tostados. ¡Sirve directamente de la sartén!

Este curry fácil es dulce, ácido y salado, en lugar de picante como algunas preparaciones tailandesas o indias. Aunque lleva un poco de tiempo cocinarlo, la preparación es rápida. También se congela muy bien y se puede preparar con antelación y recalentar, si lo prefieres.

Mezcla 1 kg de carne de cerdo cortada en dados con 100 ml de vinagre de malta y, a continuación, escurre el vinagre. Pon la carne en una cacerola, cúbrela con agua y llévala a ebullición. Cocina a fuego lento durante 15 minutos, retira la carne y reserva el líquido de cocción.

Corta 4 cebollas en gajos y extrae el jugo de un trozo de jengibre de 2 cm con un mortero. En la misma sartén, calienta 4 cucharadas de aceite y dora la carne de cerdo durante 4-5 minutos. Añade las cebollas y el jugo de jengibre y saltea durante 1 minuto.

Vierte el jugo de la carne de cerdo reservado, 1 cucharada de azúcar, 1 cucharada de salsa de soja ligera, 1 cucharada de salsa de soja oscura, 1 cucharadita de pimienta negra y 500 ml de agua. Tapa, lleva a ebullición y luego cocina a fuego medio-bajo durante 1,5 horas hasta que esté tierno y la salsa esté espesa. Sirve con arroz y verduras.

Aquí tienes una comida de 30 minutos para que tu familia no solo coma, sino que disfrute, realmente, de muchas verduras.

Cocina 300 g de linguini en agua hirviendo con sal, añadiendo 150 g de guisantes y 200 g de brócoli tierno durante los últimos 3 minutos. Escurre y reserva 3 cucharones de agua. Bate 100 g de crème fraîche, 3 huevos y 75 g de parmesano en un bol. En una sartén grande, calienta 1 cucharada de aceite de oliva y fríe 4 dientes de ajo picados hasta que se doren.

Añade la pasta escurrida y las verduras, y luego incorpora 200 g de espinacas picadas hasta que se ablanden. Retira del fuego, combina la mezcla de huevo con un cucharón del agua de la pasta y remueve hasta que quede cremosa. Ponle más agua si es necesario. Añade la ralladura de ½ limón y 8 lonchas de jamón serrano troceadas. Sirve con queso parmesano extra, ralladura de limón, pimienta negra y gajos de limón.

Gambas crujientes rebozadas, trozos de piña, pimientos y anacardos se combinan en este sencillo salteado, elaborado en su mayor parte con ingredientes de despensa. Está listo en solo 35 minutos y queda perfecto acompañado de fideos o arroz.

Mezcla 100 g de maicena, 2 claras de huevo, 1 cucharadita de pimienta, media cucharadita de sal y 2 cucharadas de agua fría para hacer la mezcla del rebozado. Calienta aceite en una sartén hasta cubrir el fondo. Pasa 300 g de gambas por el rebozado y fríelas en tandas a fuego alto durante 3–4 minutos, hasta que estén doradas y crujientes. Escúrrelas sobre papel absorbente.

Limpia la sartén y añade más aceite. Dora 50 g de anacardos, luego fríe 3 dientes de ajo laminados hasta que queden crujientes. Incorpora 1 cebolla roja y 2 pimientos rojos cortados en trozos y cocina durante 3–4 minutos, hasta que estén tiernos pero firmes.

Agrega 220 g de piña en trozos, 4 cucharadas de kétchup y 3 cucharadas de vinagre. Devuelve las gambas a la sartén, mézclalas con la salsa y añade cilantro picado y 3 cebolletas picadas antes de servir.

A todo el mundo le encantan los platos al horno que no requieren mucho esfuerzo. En esta receta, las pechugas de pollo, los tomates, las cebollas y la calabaza se cocinan en caldo y vinagre balsámico con hierbas frescas y ajo. Si deseas que el plato sea un poco más sustancioso, puedes añadir algunas patatas pequeñas.

Calienta 3 cucharadas de aceite de oliva en una bandeja para asar a fuego medio. Dora 4 pechugas de pollo con piel durante 8-10 minutos. Añade 2 cebollas rojas (cortadas en gajos), 600 g de trozos de calabaza, 300 g de tomates cherry, 3 ramitas de romero y 4 dientes de ajo enteros. Vierte 150 ml de caldo de pollo y 2 cucharadas de vinagre balsámico. Sazona con sal y pimienta. Asa a 190 °C durante 30-40 minutos hasta que el pollo esté cocido y las verduras estén tiernas. Exprime el ajo, mézclalo con las verduras, espolvorea con perejil picado, rocía con vinagre balsámico extra y listo.

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Créenos cuando te decimos que este plato de chow mein de gambas de Ken Hom, el célebre chef y autor estadounidense que popularizó la cocina asiática en Occidente, sabe mejor que cualquier plato para llevar, y solo tarda 10 minutos en prepararse. Con gambas jugosas y aromáticas, fideos de huevo brillantes, brotes de soja crujientes y una salsa de soja y sésamo que te hará repetir, puede ser perfecto para comer entre semana, pero sin duda es lo suficientemente especial como para ofrecerlo como parte de un festín de viernes por la noche. Sírvelo con una generosa ración de verduras de hoja verde salteadas con jengibre, ajo y salsa de soja.

Bate 2 cucharadas de salsa de soja ligera, 1 cucharada de aceite de sésamo, 1 cucharada de vino de arroz y 2 cucharadas de maicena. Mezcla 200 g de gambas crudas con el adobo y reserva durante 15 minutos. Calienta 2 cucharadas de aceite vegetal en un wok a fuego alto, saltea las gambas durante 3 minutos y retíralas. Saltea 300 g de fideos frescos de huevo y 3 cebollas tiernas cortadas en rodajas durante 2 minutos. Añade 300 g de brotes de soja y 3 cucharadas de salsa de soja oscura, removiendo constantemente. Vuelve a echar las gambas al wok, mezcla todo con 1 cucharada de aceite de sésamo y 100 g de albahaca picada, y sirve de inmediato.

El pastel de pollo es un plato completo, con trozos de carne jugosa, patatas y verduras (según lo que tengas y lo que sea de temporada). El pastel tarda un poco en cocinarse, pero siempre puedes preparar el relleno de pollo el día anterior y utilizar masa comprada para la tapa, lo que lo convierte en una comida muy fácil de preparar entre semana.

Cuece a fuego lento 1 kg de pollo, 1,2 l de caldo, cebolla, apio y ralladura de limón durante 30 minutos. Añade las zanahorias y las patatas y cocina durante 20 minutos hasta que estén tiernas. Retira las verduras y deja enfriar el pollo en el caldo. Desmenuza el pollo y corta las verduras en dados. Retira la grasa de 600 ml del caldo de cocción y lleva a ebullición. Haz una roux con 45 g de mantequilla y harina, añade el caldo caliente y cocina hasta que espese. Añade el zumo de limón y sazona.

Incorpora el pollo, las verduras y 125 g de guisantes, luego deja enfriar. Vierte el relleno en un molde para tartas, cubre con la masa extendida, decora y pinta con yema de huevo. Hornea a 190 °C durante 30 minutos hasta que se dore. Sirve caliente.

Este plato de pasta, sencillo pero espectacular, solo requiere unos pocos ingredientes y estará listo en menos de una hora. La salsa, deliciosa y fácil de preparar, se elabora con tomates cherry asados —que intensifican su dulzor natural— y una generosa cantidad del mejor aceite de oliva que tengas en casa. Puedes servirlo con tagliatelle fresca o pappardelle, o usar pasta seca en forma de concha, perfecta para atrapar la salsa.

Precalienta el horno a 170 °C. Mezcla 1 kg de tomates cherry cortados por la mitad con siete cucharadas de aceite de oliva, cinco dientes de ajo enteros, guindilla seca, sal y pimienta en una bandeja de horno. Ásalos durante 15-20 minutos, hasta que los tomates estén tiernos y dorados, añadiendo guindilla fresca a mitad de cocción si la utilizas. Mientras tanto, cuece 320 g de pasta. Exprime el ajo asado y mézclalo con los tomates, retirando las pieles y los tallos. Junta la pasta con los tomates y la albahaca troceada, y sirve con queso parmesano rallado por encima.

Este plato tiene un aspecto (y un sabor) lo suficientemente elegante como para una cena con invitados, pero se prepara en 45 minutos. La combinación de pollo tierno, pesto aromático, migas crujientes, tomates dulces y queso fundido es todo un éxito. Si no encuentras queso taleggio, el camembert es un buen sustituto.

Precalienta el horno a 220 °C. Sazona 6 pechugas de pollo con sal y pimienta en una fuente para asar. Mezcla 175 g de taleggio, 3 cucharadas de pesto de albahaca, 2 cucharadas de albahaca picada y 3 cucharadas de queso crema; esparce la mezcla sobre el pollo.

Espolvorea 50 g de pan rallado fresco y pimentón por encima. Hornea durante 20 minutos. Añade 400 g de tomates cherry, rocía con 2 cucharadas de aceite de oliva y 1 cucharada de vinagre balsámico y hornea 10 minutos más hasta que el pollo esté cocido. Sirve con los tomates y el jugo de la bandeja.

Sí, en serio, ¡un plato de pasta para seis personas hecho en una sola sartén! El truco está en cubrir bien la pasta cruda con el caldo y la nata, para que los fideos no se peguen. El resultado es una pasta tierna y al dente en una salsa cremosa, rica en champiñones salteados, hierbas y mucho umami.

Derrite 30 g de mantequilla en una cacerola. Rehoga 85 g de cebolla picada, tapada, durante 5-10 minutos hasta que se ablande; retira. Cocina 225 g de champiñones laminados en tandas, sazonando con sal, pimienta y zumo de limón. Vuelve a añadir la cebolla, añade 1 cucharada de perejil y 1 cucharadita de tomillo. Vierte 900 ml de caldo y 125 ml de nata, y deja que hierva a fuego lento durante 3-4 minutos. Añade 300-400 g de pasta, remueve y deja que hierva durante 4 minutos. Apaga el fuego, tapa y deja reposar durante 4-5 minutos hasta que esté al dente. Espolvorea con el perejil restante y 30 g de parmesano, añade zumo de limón al gusto y sirve.

¿Te apetece algo ligero pero sabroso para cenar? No busques más: la frittata es la respuesta. Este plato italiano es similar a una tortilla, pero se rellena con ingredientes extra y se gratina al grill para darle el toque final. En esta versión, el boniato tierno, el queso feta con su toque salado y la cebolla roja caramelizada, junto con tomillo, ajo y perejil, logran un equilibrio ideal entre sabor y textura.

Cuece 300 g de boniato en dados durante 8-10 minutos, hasta que esté tierno, y escúrrelo. Mientras tanto, sofríe dos cebollas rojas cortadas en rodajas finas en una sartén con una cucharada de mantequilla y otra de aceite de oliva a fuego medio durante unos ocho minutos, hasta que se caramelicen. Añade un diente de ajo machacado, una cucharadita de tomillo y una cucharada de vinagre balsámico, y cocina un par de minutos más, hasta que desprenda aroma. Incorpora una cucharada de perejil picado y reparte el boniato en la sartén.

Vierte seis huevos batidos y sazonados, reparte 125 g de queso feta desmenuzado por encima y cocina a fuego lento 5-6 minutos, hasta que los bordes empiecen a cuajar. Gratina durante 3-4 minutos hasta que esté dorada y bien hecha. Decora con tomillo y perejil antes de servir.

Estas jugosas hamburguesas están listas en solo 30 minutos. El salmón fresco se mezcla con salmón ahumado, eneldo fragante y limón, y las hamburguesas se sirven con una mayonesa de limón y alcaparras llena de sabor. La receta rinde ocho hamburguesas y, si lo deseas, las que sobren se pueden congelar crudas.

Para prepararlas, pica 100 g de salmón ahumado en un procesador de alimentos. Añade 500 g de filete de salmón (cortado en trozos de 4 cm), 125 g de pan rallado panko, el zumo de ½ limón, 4 cucharadas de mayonesa, eneldo picado, sal y pimienta. Tritura brevemente hasta que esté todo combinado pero aún con textura. Forma 8 hamburguesas. Calienta 2 cucharadas de aceite de girasol en una sartén antiadherente a fuego medio-bajo y fríe las hamburguesas durante 3-4 minutos por cada lado, hasta que estén doradas y cocinadas por dentro.

Sírvelas con una mayonesa de limón y alcaparras: mezcla 4 cucharadas de mayonesa, 1 cucharada de alcaparras picadas y el zumo de ½ limón. Salpimienta al gusto. Por último, fríe láminas de hinojo en el aceite restante a fuego alto durante 5 minutos, hasta que estén doradas. Coloca las hamburguesas en panecillos con lechuga, hinojo crujiente, rodajas de pepino con eneldo y una cucharada de la mayonesa de limón y alcaparras.

Con solo 10 minutos de preparación, este es un sensacional plato al horno con filetes de pollo, berenjenas y aguacate horneados con mantequilla picante de 'nduja. La 'nduja es una salchicha picante y suave del sur de Italia, aunque puedes utilizar chorizo sin piel en su lugar. Sirve este sabroso plato con patatas y una ensalada verde.

Precalienta el horno a 200 °C. Envuelve dos cabezas de ajo en papel de aluminio, rocíalas con aceite de oliva y ásalas durante 30 minutos. Mientras tanto, coloca los aguacates cortados por la mitad y sin hueso, seis berenjenas baby, dos cebollas rojas cortadas en seis trozos y 600 g de filetes de pollo en una bandeja grande para asar, mezclándolos bien. Una vez asado el ajo, exprime los dientes en un procesador de alimentos y mézclalos con 200 g de mantequilla ablandada, 100 g de 'nduja y la ralladura y el zumo de un limón hasta obtener una mezcla homogénea. Reparte esta mantequilla de 'nduja sobre el pollo y las verduras y hornea todo durante 20-25 minutos hasta que esté bien dorado. Sirve la bandeja en una fuente espolvoreada con cilantro y menta picados.

El plátano macho forma parte de la familia del plátano y aquí se combina con garbanzos, coco, espinacas y especias para crear un plato vegano fácil de preparar en una sola olla.

Calienta 1 cucharada de aceite vegetal en una olla a fuego medio, luego agrega 1 cebolla mediana picada finamente, 4 dientes de ajo picados de la misma manera y 1 cucharada de jengibre fresco rallado. Saltea durante 5-7 minutos hasta que la cebolla esté blanda. Añade 1 cucharadita de comino molido, 2 cucharadas de hierbas secas mezcladas, 1 cucharada de chile en polvo, 1 cucharadita de condimento multiuso, 6 cucharadas de curry en polvo y 125 ml de agua y mezcla bien.

Añade un poco de los 200 ml de leche de coco y mezcla hasta formar una pasta. A continuación, añade 2 latas de 400 g de garbanzos escurridos, 4 plátanos machos pelados y cortados en rodajas y 1 guindilla Scotch Bonnet entera, removiendo la pasta de curry. Vierte el agua y la leche de coco restantes, y añade 3 cebolletas cortadas en rodajas, sal y pimienta negra recién molida. Remueve bien, tapa y deja cocer a fuego lento durante 15 minutos.

Una vez cocido, añade 150 g de espinacas frescas y remueve suavemente. Cocina durante 5 minutos más y retira la guindilla. Sirve caliente.

Cuando se trata de comidas favoritas en familia, los bocadillos de albóndigas siempre obtienen una puntuación alta. Esta sencilla receta da como resultado cuatro bocadillos de albóndigas muy sabrosos y con mucha salsa. Para hacer más, solo tienes que duplicar la receta. Para impresionar realmente a todos los comensales, una vez que hayas montado la mitad inferior, cubre las albóndigas con mozzarella, provolone, cheddar o queso americano en lonchas y gratínalas hasta que se derrita el queso.

Precalienta el horno a 180 °C. En un bol, mezcla 400 g de carne picada de buena calidad, 1 cebolleta muy picada, 1 diente de ajo machacado, 1 cucharada de parmesano recién rallado (y reserva un poco más para servir), 2 cucharadas de pan rallado fresco, 1 huevo batido, las hojas finamente picadas de 1 ramita de albahaca fresca, sal y abundante pimienta negra recién molida. Mezcla suavemente hasta que se combinen bien, pero evita trabajar demasiado la mezcla para que las albóndigas queden tiernas. Divide en 12 porciones iguales y forma bolas con cada una de ellas. Coloca las albóndigas en una rejilla metida dentro de una fuente para horno y hornéalas durante 20 minutos, dándoles la vuelta una vez, hasta que estén bien cocidas.

Mientras tanto, prepara la salsa mezclando 200 ml de passata, un chorrito de aceite de oliva, el diente de ajo machacado restante, una pizca de guindilla seca picada (opcional) y sal y pimienta al gusto en una sartén pequeña. Lleva a ebullición y cocina durante 5 minutos, luego retira del fuego. Para servir, calienta y parte 4 pedazos de baguette o un pan similar, unta los lados cortados con un poco de salsa, rellena con las albóndigas (por la mitad para evitar que se caigan), rocía con más salsa y espolvorea con queso parmesano extra y hojas de albahaca enteras. Sirve inmediatamente.

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