Estas inspiradoras tiendas de alimentos han sobrevivido a monarquías, guerras y crisis financieras para convertirse en destinos gastronómicos imprescindibles.

Ya sea un gran mercado dentro de unos almacenes de lujo, una tienda delicatessen centenaria o un colmado familiar que lleva décadas en la misma calle, aquí encontrarás algunos de los establecimientos más emblemáticos del mundo: con historias fascinantes, arquitectura impresionante y productos sorprendentes.

Haz clic o desplázate para descubrir las tiendas de alimentos más antiguas del planeta, ordenadas de la más reciente a la más veterana.

Nuestra selección está basada en la fecha de fundación de cada tienda y se revisa y actualiza periódicamente.

Adaptado al español por Ana Niño, Redactora en español para loveFOOD.

Gene’s es una de las charcuterías más emblemáticas de Chicago, famosa por sus más de 40 variedades de salchichas ahumadas, carnes frescas y curadas, y lo que, según dicen, es la mejor sopa de pollo de la ciudad. Este colmado especializado abrió sus puertas en 1972, fundado por dos hermanos polacos, John y Gene Luszcz. Desde entonces, se ha centrado en salchichas caseras y otras delicias tradicionales de Polonia.

Hoy lo gestionan los hijos de Gene y ofrece productos frescos y especialidades europeas en sus dos plantas

Fundada en 1955, Aziz Delicatesse es todo un referente gastronómico en Beirut. Ha sobrevivido al caos de la guerra civil libanesa, que duró 15 años, así como a las sucesivas crisis financieras que han golpeado el país.

Este negocio familiar tuvo que cerrar su tienda insignia en el céntrico barrio de Kantari debido a la inestabilidad política, pero en 1975 abrió un nuevo establecimiento en Zalka, una localidad situada a nueve kilómetros al este de la ciudad. La tienda de Kantari reabrió en 2001 y, desde entonces, ambos locales siguen prosperando.

Hoy ofrecen una cuidada selección de productos gourmet, como vinagres balsámicos italianos, mostazas francesas, atún español y mucho más.

Abe Lebewohl abrió 2nd Ave Deli en 1954 como una pequeña cafetería de 10 plazas en la calle East 10th Street de Nueva York. Puso todo su corazón en el negocio y los neoyorquinos le adoraban por ello.

Lamentablemente, Lebewohl fue asesinado en 1996. Aunque su familia continuó al frente del local, se vio obligada a cerrarlo en 2006. Por suerte, sus sobrinos Josh y Jeremy retomaron las riendas y reabrieron 2nd Ave Deli en la calle East 33rd Street. Desde entonces, incluso han ampliado el proyecto con un segundo establecimiento.

Gastronome No. 1 abrió sus puertas en 2008, pero esta tienda de comestibles con estética de los años 50, ubicada en los históricos grandes almacenes GUM de Moscú, es heredera directa de la tienda soviética original, que funcionó entre 1953 y 1990.

Las columnas de mármol, los rótulos de estilo retro y los uniformes vintage del personal rinden homenaje a su predecesora. En sus estanterías conviven productos clásicos soviéticos, como los shproti (pescado en conserva similar a las sardinas), zumo de abedul o dulces tradicionales, con productos gourmet internacionales: pasteles, bollería, chocolates y quesos.

Lina Stores es una tienda muy querida por los londinenses, los chefs y los restauradores. Reconocible por su fachada de azulejos verdes, ofrece una amplia selección de auténticos productos italianos: desde panettones envueltos en papel decorado hasta embutidos curados que cuelgan sobre el mostrador.

Pero su verdadero sello es la pasta fresca hecha a mano, que elaboran y venden desde su apertura en 1944 en Brewer Street. Sus ravioli de espinacas y ricotta, todo un clásico, siguen formando parte de su oferta habitual. Hoy Lina cuenta con tres tiendas delicatessen y ocho restaurantes en la capital británica.

Como bien indica su nombre, Aliani Casa del Parmigiano es una quesería especializada en quesos italianos ubicada en Venecia. Fue fundada en 1936 con el nombre de "Casa del Parmesano", y en los años 60 amplió su oferta para incluir también aceite de oliva y embutidos.

Hoy goza de una sólida reputación tanto entre los venecianos como entre quienes visitan la ciudad, y sigue siendo gestionada por la familia Aliani.

The Re Store fue una de las primeras tiendas de productos continentales en Perth cuando abrió sus puertas en 1936. Tras haber vendido fruta y verdura en un puesto del barrio de Northbridge, su fundador, John Re, utilizó el anillo de boda de su esposa como aval para comprar un local de verdad.

Más de 80 años después, el negocio —que ahora cuenta con una segunda tienda en Leederville, otro barrio de Perth— sigue ofreciendo de todo: desde bocadillos rellenos al estilo continental hasta pasta fresca elaborada a mano.

Tuvo un papel clave en la integración de las cocinas multiculturales de Australia Occidental y hasta dio origen a su propia marca de café, Braziliano, que aún sigue en funcionamiento.

Fundada en 1934, esta tienda ubicada en Elm Row, en Edimburgo, es la charcutería italiana más antigua de Escocia. Fue creada por dos familias italianas y ofrece una cuidada selección de productos italianos y escoceses, entre los que destaca la salchicha picante Fonteluma, elaborada según una receta centenaria.

Detrás de sus impresionantes puertas, los clientes encontrarán una gran variedad de quesos, embutidos, aceites de oliva y pastas. En los últimos años, la tienda ha incorporado una sala de regalos y una librería, que se transforma en un pequeño teatro con capacidad para 70 personas durante el Festival Fringe de Edimburgo, el célebre evento cultural que se celebra cada verano.

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Esta tienda de delicatessen y comestibles lleva en el mismo lugar, en la calle West 80th con Broadway, en Nueva York, desde 1934. Fundada por Louis y Lillian Zabar, se ha convertido en un auténtico emporio gourmet donde se pueden encontrar embutidos, quesos, cafés, tés, productos de panadería, pescado ahumado, mermeladas selectas y confitería.

La contribución de Zabar's a la cultura gastronómica de la ciudad ha sido enorme: según la propia tienda, fueron los primeros en introducir el queso brie en Nueva York en los años 60. Hoy la familia Zabar sigue al frente del negocio, que recibe a unos 40.000 clientes cada semana.

Mitsukoshi —conocido como “el Harrods de Japón”— comenzó en 1673 como una tienda de kimonos y, en 1904, se convirtió en los primeros grandes almacenes del país. Ginza Mitsukoshi abrió sus puertas en 1930 y su zona de restauración, ubicada en la tienda principal de Nihonbashi, en Tokio, está considerada una de las mejores de la ciudad.

Allí se pueden encontrar desde sushi preparado con esmero y chocolates de alta gama hasta pasteles elaborados, encurtidos al estilo de Kioto y una amplia variedad de ingredientes tradicionales japoneses de máxima calidad. Además, la tienda de soba Hakone Akatsuki-an, donde los visitantes pueden ver cómo se elaboran a mano los fideos soba, es una parada imprescindible.

Muy lejos de las modernas hamburgueserías que abundan hoy en la capital alemana, Rogacki (se pronuncia Ro-gatz-ki) ofrece una auténtica ventana al Berlín del pasado. Fundado en 1928 como ahumadero de anguilas y pescado, el negocio se trasladó a su ubicación actual en el barrio de Charlottenburg en 1935.

Hoy está gestionado por Dietmar Rogacki, nieto de los fundadores, y esta emblemática charcutería ofrece más de 70 variedades de pescado fresco y ahumado, además de quesos, carne de caza, aves y pan artesanal.

Considerado uno de los mercados gourmet más espectaculares del mundo, La Grande Épicerie es todo un referente de la gastronomía parisina. Forma parte de los históricos grandes almacenes Le Bon Marché: abrió sus puertas en 1923 en la Rive Gauche, aunque hoy se encuentra en la esquina de la Rue de Sèvres.

Cuenta con más de 30.000 productos repartidos en 17 secciones, donde los amantes del buen comer pueden encontrar desde magdalenas francesas, jamones españoles y galletas de mantequilla británicas hasta antipasti italianos o crema de malvavisco estadounidense. También dispone de una llamativa sección de especias y una isla dedicada al foie gras, además de departamentos enteros especializados en mantequilla y trufas.

Genova Bakery, un rincón de Italia en California, es todo un referente en la ciudad de Stockton desde 1918, cuando Angelo Rolleri, originario de Génova, fundó el negocio junto a dos socios. Actualmente, la panadería pertenece a Tim Canevari, quien empezó a trabajar allí cuando aún estaba en el instituto. En 2004 asumió la dirección y ha mantenido vivo el legado del obrador.

Panecillos de leche, pan de masa madre, pan francés, chapatas y panecillos crujientes al estilo neerlandés se hornean cada día en el local, como se hacía en 1918. Genova también ofrece auténticos productos italianos junto a su pan recién hecho.  

Aunque su fachada pueda parecer moderna, esta tienda de comestibles lleva más de un siglo dando servicio en la ciudad de Casper, en el estado de Wyoming. Fundada en 1918 durante el auge petrolero de la zona, Grant Street Grocery & Market ha pasado por numerosos propietarios a lo largo de los años.

En 2016, un pequeño grupo de vecinos del barrio impulsó su recuperación. Un año después, renovaron el local para incorporar una cocina industrial, ampliar la carnicería y completar la zona de cafetería.

Ubicada en el Lower East Side de Manhattan, Russ & Daughters lleva sirviendo comida tradicional judía desde 1914. Esta tienda emblemática sigue en el mismo local y ya va por la cuarta generación familiar. Adoptó su nombre actual en 1935, cuando su fundador, Joel Russ, convirtió a sus hijas en socias de pleno derecho. Se dice que fue la primera empresa de EE.UU. en incluir “& Daughters” en su nombre comercial.

Clientes de todo el país acuden expresamente para probar sus especialidades: desde salmón curado y pastrami hasta panes tradicionales como los bialys y las babkas. Russ & Daughters cuenta hoy con tres establecimientos más en Nueva York.

Barney Greengrass vende comida tradicional judía en el Upper West Side de Manhattan desde 1908 y fue uno de los primeros establecimientos en introducir el pescado ahumado y curado —como el esturión— en la ciudad.

Más de un siglo después, el negocio sigue en manos de la familia: lo dirige el nieto de Barney, pero la leyenda del “rey del esturión” continúa viva. Esta tienda de delicatessen, que ha atraído a numerosas celebridades a lo largo de las décadas, es especialmente recordada por haber enviado un pedido de pescado ahumado al presidente Roosevelt en 1939.

KaDeWe —abreviatura de Kaufhaus des Westens, que significa “grandes almacenes del oeste”— fue fundado en 1907 y está considerado uno de los grandes almacenes más grandes de Europa.

Su salón de comidas, que ocupa la sexta y la séptima planta, cuenta con más de dos campos de fútbol de superficie dedicados a productos frescos y comestibles. KaDeWe es especialmente conocido por su enorme selección de salchichas, procedentes de todas las regiones de Alemania. Tras disfrutar de una buena currywurst, puedes terminar tu visita en la sala dedicada exclusivamente a las trufas de chocolate.

Se dice que el fundador de esta histórica tienda de comestibles fue quien inventó el famoso sándwich muffuletta. Salvatore Lupo abrió Central Grocery & Deli en 1906 y, tres generaciones después, sus descendientes siguen al frente del negocio, situado en la calle Decatur, en pleno Barrio Francés de Nueva Orleans.

La tienda continúa preparando su emblemático platillo: un sándwich relleno de jamón, salami, mortadela, provolone y queso suizo, coronado con su característica ensalada de aceitunas al estilo italiano.

Los grandes almacenes rusos que albergan este famoso mercado fueron diseñados por el arquitecto Gabriel Baranovskii y se completaron en 1903. Gracias a su llamativo estilo neobarroco, los techos pintados a mano, las vidrieras y su arquitectura Art Nouveau, este histórico mercado está considerado uno de los más bellos del mundo.

Ubicado en pleno centro de San Petersburgo, en la avenida Nevsky Prospekt, el emporio ofrece productos rusos de alta calidad, además de contar con restaurantes y una cafetería.

Mitad galería, mitad tienda de alimentos, este histórico colmado barcelonés forma parte de la Ruta del Modernismo, un itinerario que recorre algunos de los mejores ejemplos de arquitectura modernista de la ciudad. Su fachada conserva los rótulos originales del siglo XIX y un cartel publicitario creado por el artista catalán Ramón Casas.

En el interior aún se pueden ver los muebles de caoba, el reloj y el mostrador que tenía cuando abrió sus puertas en 1898. Hoy es todo un templo culinario donde encontrar delicias de Cataluña y otras regiones, como quesos artesanales, jamones ibéricos y pescado ahumado o en conserva.

William Martyn abrió su tienda de comestibles homónima en Muswell Hill, al norte de Londres, en 1897. Aunque parezca increíble, William Martyn sigue siendo el propietario actual. Tataranieto del fundador original, la tienda ha permanecido en manos de la misma familia durante cuatro generaciones.

Entrar por su puerta principal es como dar un salto atrás en el tiempo. El local sigue siendo muy apreciado por su café recién tostado, sus tés especiales, sus frutos secos, productos en conserva y dulces tradicionales.

Molinari Delicatessen es una de las tiendas delicatessen más antiguas de EE.UU., aunque los vecinos de San Francisco la conocen sobre todo por sus sándwiches italianos y sus arancini sicilianos.

La tienda fue fundada en 1896 por P. G. Molinari en el barrio de North Beach, y a día de hoy sigue atrayendo a clientes que buscan quesos, conservas aliñadas y su famoso salami de marca propia, premiado en varias ocasiones, que también puede comprarse entero o en lonchas por correo.

Sahadi's lleva trayendo los sabores de Oriente Medio a Nueva York desde 1895. Su ubicación actual, en Atlantic Avenue, ha sido su hogar desde 1948. Muy apreciada en el barrio de Brooklyn, esta tienda ofrece cereales antiguos como el farro y el freekeh, frutos secos recién tostados, frutas deshidratadas y especias —tanto molidas como enteras— vendidas a granel.

En la sección de panadería destacan los panes afganos y sirios recién horneados, mientras que en el mostrador de delicatessen se pueden encontrar platos como tabulé, kibbeh, kebabs y su ya célebre hummus de inspiración libanesa. Actualmente, Sahadi's cuenta con otros dos locales en la ciudad.

Manteigaria Silva lleva suministrando productos tradicionales a los lisboetas desde 1890, como el queso Serra da Estrela, una amplia variedad de jamones curados y su característico bacalao salado.

Es una de las tiendas más antiguas de Lisboa y la única que ha conservado el nombre original de Manteigaria, que en portugués significa “tienda de mantequilla”.

Esta tienda de alimentos tradicional, situada en la localidad alpina de Morbegno, al norte de Italia, fue fundada en 1883 y aún conserva en su fachada el rótulo original del siglo XIX.

Un verdadero paraíso para los amantes de la gastronomía italiana, está repleto de delicias como pasta artesanal, polenta, quesos y embutidos locales. En el sótano se esconden dos bodegas que albergan una excelente selección de productos curados, entre los que destaca el bitto: un queso alpino añejo elaborado con leche de vaca y cabra, que puede madurar hasta diez años.

Conocido como un auténtico templo de la gastronomía italiana, Peck es toda una institución en Milán. En sus mostradores se venden quesos, chocolates, pralinés, helados, mariscos, patés, vinagres balsámicos y mucho más.

La historia de esta emblemática tienda comenzó en 1883, cuando Franz Peck, un fabricante de embutidos originario de Praga, abrió un taller de embutidos y ahumados al estilo alemán, con la intención de convertirlo en una tienda delicatessen de éxito. Más de un siglo después, se ha consolidado como una de las firmas gastronómicas italianas más reconocidas del mundo.

Fraschio “Frank” Napoleon Fossati abrió su tienda de delicatessen homónima en 1882, lo que la convierte en la tienda delicatessen más antigua de Texas. Desde entonces, tanto el edificio como sus propietarios han cambiado, pero Fossati's sigue sirviendo sopas y sándwiches irresistibles, entre los que destaca uno muy popular de ensalada de pollo gratinada.

Eso sí, lo que más llama la atención entre los apasionados de la gastronomía es su pequeña trastienda, donde se guarda una curiosa colección de libros de cocina poco comunes.

A finales del siglo XIX, Virginie Eugenie Charbonnel era conocida por sus exquisitos chocolates en París, y Minnie Walker, por sus refinadas cajas de regalo en Londres. Tras conocerse, unieron fuerzas y fundaron Charbonnel et Walker: una tienda especializada en bombones de alta calidad presentados en envoltorios de lujo.

La primera tienda abrió en Bond Street, Londres, en 1875, y la marca no dejó de crecer desde entonces. Actualmente cuenta con seis tiendas propias en el Reino Unido, aunque sus chocolates se pueden encontrar prácticamente en todo el mundo.

Du Pain et des Idées abrió sus puertas en 2002, pero la panadería donde se encuentra, situada en la esquina de la Rue Yves Toudic con la Rue de Marseille, en el distrito 10 de París, data de 1875.

Hoy conserva el encanto tradicional de finales del siglo XIX, con techos y paredes con espejos y una decoración romántica que recuerda a un salón de baile. No solo es una de las boulangeries más bonitas de París, sino que también está considerada una de las mejores.

Bajo la dirección de Christophe Vasseur, es famosa por sus espirales de hojaldre rellenas de chocolate y pistacho, sus empanadillas de manzana fresca y su emblemático Pain des Amis, con corteza ligeramente ahumada.

Esta tienda de comestibles de aire nostálgico es un lugar de visita obligada tanto para quienes buscan reponer la despensa como para los que quieren revivir tiempos pasados.

Fundada en 1871 en la Rue Saint-Jean, en Quebec, Épicerie J.A. Moisan está considerada la tienda de comestibles más antigua de Norteamérica. Honra ese estatus con su fachada decimonónica y su interior intacto: carpintería, mobiliario y diseño conservan el estilo original.

Su ecléctica selección incluye especialidades canadienses y productos artesanales como café en grano, tés, especias, embutidos y quesos regionales, expuestos en mesas de madera desgastadas, cestas de mimbre y vitrinas de cristal.

Generación tras generación, las familias lisboetas han acudido a Manuel Tavares para comprar productos de calidad a precios razonables. Esta histórica tienda abrió sus puertas en 1860 y aún hoy el personal lleva el tradicional delantal rojo, en un guiño a su estética vintage.

Los vecinos coinciden en que el queso y el chorizo son excepcionales y que ningún cliente debería irse sin probar el jamón curado de la casa.

Harrods es posiblemente la tienda de lujo más famosa del mundo, pero sus emblemáticos salones de comida tuvieron unos orígenes muy modestos. Charles Henry Harrod abrió su primera tienda de comestibles en 1849, donde vendía productos básicos desde un único mostrador.

Hoy, los históricos salones de comida de estilo art déco de la sede en Knightsbridge siguen centrados en delicatessen de alta gama, como chocolates, ostras o caviar. Como parte de la experiencia de compra, los clientes incluso pueden consultar a los expertos de la casa.

¿Qué vende la tienda de dulces más antigua del mundo? Como era de esperar, ofrece caramelos clásicos en tarros vintage y consigue que los clientes se marchen con una sonrisa.

Su nombre puede parecer pretencioso, pero según el Libro Guinness de los Récords, es realmente la tienda de dulces más antigua del mundo. Abrió sus puertas en 1827 y sigue siendo uno de los pocos lugares auténticos donde se pueden comprar dulces tradicionales.

Lorenzo di Angelo Falorni fundó Antica Macelleria Falorni en 1806, aunque la carnicería no se trasladó a su ubicación actual, en la localidad toscana de Greve, hasta 1844. Desde entonces, el negocio ha seguido creciendo.

En 1940, la tienda dio un paso más al especializarse en embutidos y hoy sigue en manos de la familia Falorni. Está reconocida a nivel internacional por la calidad de sus productos curados.

Paxton & Whitfield, una de las queserías más antiguas de Gran Bretaña, lleva desde 1797 ofreciendo quesos británicos y de importación a los londinenses desde su tienda insignia en Jermyn Street.

Winston Churchill incluso llegó a decir que “un caballero compra su queso en Paxton & Whitfield”. Esta histórica quesería suministra sus productos a la familia real desde 1850, cuando fue nombrada proveedora oficial de la reina Victoria.

Hoy en día, la tienda sigue ostentando el sello de proveedor real, pero quienes no forman parte de la realeza también reciben aquí una bienvenida cálida y exquisita.

Los parisinos se toman el chocolate muy en serio, y para saborear el auténtico sabor de la historia no hay mejor lugar que À la Mère de Famille, en la Rue du Faubourg-Montmartre.

Esta es la chocolatería más antigua de París, abierta al público desde 1761, y aún hoy sigue funcionando bajo el mismo nombre. Aunque ha cambiado de manos en varias ocasiones, el alma de la casa permanece intacta: todo gira en torno al chocolate exquisito, en un entorno exquisito.

La tienda insignia de Fortnum & Mason en Piccadilly, en el centro de Londres, es famosa por su lujoso interior, su ornamentada escalera de caracol y su inconfundible color azul verdoso.

Esta institución londinense es célebre por su selección de tés, cafés, galletas y sus emblemáticas cestas de mimbre. Desde su fundación en 1707 ha sido escenario de varios hitos gastronómicos, como la invención del huevo escocés en 1738 o la introducción en Gran Bretaña de las alubias cocidas Heinz en 1886.

Cuando R J Balson & Son abrió sus puertas, Enrique VIII aún estaba en el trono. Esta histórica carnicería situada en la calle principal de Bridport, en el condado inglés de Dorset, está considerada el negocio familiar más antiguo del Reino Unido que sigue en activo.

Fue fundada en 1515 por Robert Balson y, desde entonces, 25 generaciones se han sucedido al frente del mostrador. Aunque ofrece carne, aves y caza de alta calidad, es especialmente conocida por sus salchichas artesanales, entre las que destaca la Tudor Rose Old English: una receta de hace 500 años, elaborada con mejorana y tomillo.

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Última actualización por Luke Paton.