Sencillos y sabrosos, pocos aperitivos para comer con las manos superan a un buen perrito caliente. Tanto si te gustan con cebolla crujiente y un chorrito de mostaza como con aguacate machacado y salsa picante, hay un topping para todos los gustos. Si buscas inspiración para dar un toque especial a tu comida, sigue leyendo: hemos recopilado una lista de aderezos para perritos calientes realmente deliciosos que puedes preparar fácilmente en casa.

Haz clic o desplázate por la galería para descubrir 33 ideas irresistibles para coronar tus perritos calientes, de ricas a absolutamente deliciosas, hasta llegar a nuestra favorita.

Adaptado al español por Ana Niño, Redactora en español para loveFOOD.

Si buscas una forma sencilla de mejorar un clásico, prueba esta combinación sabrosa. Dulces y ligeramente picantes, las cebollas caramelizadas y las rodajas de pepinillos encurtidos aportan un toque delicioso y un crujiente de lo más satisfactorio. Añade un poco de endibia o alguna hoja amarga para darle aún más textura y sabor.

¿Quién puede resistirse a un perrito caliente con cebolla crujiente? Si vas justo de tiempo, puedes comprarlas ya preparadas en el supermercado; pero si prefieres hacerlas en casa, corta unas cebollas en rodajas finas y colócalas en un colador con un poco de sal para que suelten el agua. Déjalas reposar durante una hora, sécalas bien con papel de cocina y fríelas en aceite caliente. Sirve el perrito con una buena cucharada de mayonesa para un plato rápido que hace la boca agua.

¿Prefieres un perrito caliente más ligero? Prueba una combinación de pepinillos en rodajas, cebolla morada cruda, tomate en lonchas y lechuga crujiente. Necesitarás una variedad firme, como la iceberg, la romana o la lechuga baby, que no se marchite al añadir la salchicha caliente. Esta opción puede parecer sencilla, pero está realmente deliciosa.

Los perritos calientes veganos suelen elaborarse con tofu o proteína de guisante y tienden a tener un sabor bastante neutro, así que los toppings son perfectos para darles un buen golpe de sabor. Da rienda suelta a tu creatividad con mayonesa vegana y sriracha, cebolleta picada, jalapeños encurtidos, mostaza fuerte y unas hojas de rúcula, por ejemplo, y lleva tu perrito a otro nivel.

¿Quién dice que necesitas pan para envolver una salchicha? En su lugar, puedes usar una sartén pequeña para preparar una tortilla fina con dos huevos —añade queso y cebolleta picada, si te apetece— y utilizarla como envoltorio para una salchicha cocida. Es una opción perfecta para el desayuno, la comida o la merienda, y también ideal si buscas añadir más proteínas a tus comidas.

A veces, un topping sencillo puede ser tan sabroso (y sorprendente) como uno más elaborado. Esta opción fácil combina rúcula, mayonesa y un chorrito de mostaza americana. Creemos que queda especialmente bien en un panecillo tierno con semillas de sésamo, aunque también puedes probarlo con pan brioche o en una baguette.

Si evitas el pan o eres intolerante al gluten, ¿por qué no pruebas a envolver tu perrito caliente en una hoja de lechuga? Necesitarás una variedad resistente, ¡como las que ya mencionamos! Solo tienes que añadir el perrito, un poco de mostaza, mayonesa y salsa picante, junto con cebolla picada, cilantro fresco y unas rodajas de pepino o pepinillo. Enróllalo todo y listo para comer.

Para preparar un perrito que guste a todo el mundo, basta con añadir pepinillos y maíz dulce jugoso. El maíz aporta un toque de dulzor que contrasta a la perfección con el sabor ácido de los pepinillos encurtidos y el picante de los jalapeños. Una conserva de tomate especiada (tipo relish) también es una alternativa muy interesante —y más ácida— al kétchup. Añade cebolla crujiente para que resulte aún más sabroso y apetecible.

No es apto para quienes cuidan las calorías, pero este perrito caliente recubierto de patata tiene un aspecto impresionante y, además, se puede preparar fácilmente en casa. Cubre una salchicha tipo Frankfurt cocida con una masa espesa hecha con harina de trigo, harina de maíz, huevo y leche, y rebózala en patatas fritas picadas. Fríela en abundante aceite o en una sartén, elimina el exceso con papel de cocina y sírvela en un palito. Puedes acompañarla con mostaza, kétchup o ambas cosas.

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Dale un toque crujiente a tu perrito caliente espolvoreándolo con patatas fritas de bolsa. Puedes usar el sabor que más te guste (aunque creemos que el de queso y cebolla es el ganador). Solo tienes que cubrir el perrito con salsa picante, mayonesa y mostaza, y después añadir las patatas. Las tortillas chips picantes también quedan genial y, por supuesto, siempre puedes servir un puñado extra de patatas fritas al lado.

Olvídate de los panecillos blandos: una rebanada de baguette crujiente puede aportar mucho más sabor a tu perrito. Rellena este pan francés con una salchicha a la parrilla, cebolla crujiente y mostaza a la antigua. Prueba, además, a añadir un chorrito de glaseado balsámico para darle un toque dulce y ligeramente picante.

¿Te apetece hacer algo diferente con tu perrito caliente? Prueba a envolverlo en una tortilla de maíz. Esparce queso rallado por dentro, añade la salchicha y hornéalo a temperatura muy alta hasta que la tortilla esté crujiente y el queso se haya derretido. Sírvelo con salsa picante y un poco más de queso. Además, este perrito no contiene gluten.

Estos perritos calientes se preparan con boerewors ("salchicha del granjero"), una salchicha sudafricana densa y ligeramente especiada que merece mucho la pena probar. Los perritos al estilo sudafricano suelen acompañarse de una salsa de tomate picante conocida como tomato smoor.

Puedes prepararla salteando una cebolla morada picada, añadiendo un pimiento rojo troceado, champiñones laminados y hierbas secas al gusto (nos gusta usar una mezcla de tomillo, perejil y orégano). Sofríe todo hasta que esté tierno, luego añade 50 g de puré de tomate, un diente de ajo machacado y una cucharada de sriracha. Cocina unos minutos. Una vez integrado, incorpora dos latas de tomate troceado y deja cocer a fuego lento durante 30 minutos. Sazona al gusto y sirve.

Crea tu propio panecillo para perritos calientes envolviendo la salchicha en masa de pan, sellándola con huevo batido y horneándola hasta que esté dorada y crujiente. Añade más sabor espolvoreando la masa con queso rallado antes de enrollarla. ¡También puedes usar masa de pan comprada, una mezcla preparada o animarte a hacerla desde cero!

Este vistoso perrito caliente es conocido en su Chile natal como el “completo italiano”, ya que sus ingredientes reflejan los colores de la bandera italiana: rojo, blanco y verde. Este popular plato callejero se prepara rellenando un panecillo con una salchicha tipo Frankfurt, chucrut, tomate picado y puré de aguacate y se remata con un buen toque de mayonesa.

Si te gustan los perritos con un toque picante, prueba este topping de inspiración coreana. Rellena un panecillo con kimchi (col fermentada y picante), añade la salchicha y un poco de mayonesa mezclada con salsa sriracha. Remata con semillas de sésamo negro tostadas y cilantro picado. Para mayor comodidad, puedes comprar el kimchi ya preparado en supermercados asiáticos o tiendas especializadas.

Francia se une a Vietnam en una clásica baguette bánh mì. Aunque este bocadillo tradicional suele llevar lonchas de cerdo, no hay motivo para no probarlo con una salchicha de cerdo o incluso con un perrito vegetal. Relleno de verduras encurtidas (puedes preparar en casa rábano y zanahoria rallados en vinagre), salsa picante y cilantro fresco, es una delicia aromática y con un toque picante.

El encurtido contrarresta la grasa de las salchichas asadas, lo que lo convierte en el acompañamiento perfecto para una barbacoa, y también combina muy bien con salchichas vegetales, tanto para vegetarianos como para veganos. Remoja zanahoria rallada en una mezcla caliente de vinagre blanco, azúcar, sal, copos de guindilla y ajo, y déjala reposar durante una hora. Escurre el exceso de líquido y añade un poco de miel y mostaza a la antigua antes de servir.

Esta tentadora creación del noroeste del Pacífico lleva un perrito caliente a la parrilla, queso crema y cebolla crujiente y dorada. Suele servirse en un panecillo tipo bagel, aunque cualquier pan puede funcionar, ya que lo importante es la mezcla de queso y cebolla. Personalízalo a tu gusto: puedes añadir pimientos y champiñones salteados con la cebolla o terminar el perrito con unos jalapeños frescos.

Para darle un giro diferente al clásico rollito de salchicha británico, prueba a envolver un perrito caliente en hojaldre ya preparado. Unta el hojaldre con kétchup, espolvorea un poco de queso rallado, coloca el perrito encima y enróllalo, sellándolo con huevo batido. Pinta el hojaldre con más huevo para darle brillo, espolvorea unas semillas de sésamo por encima y hornea hasta que esté dorado y haya subido. Disfrútalo recién hecho con un poco más de kétchup para mojar.

El clásico coleslaw cremoso, uno de los acompañamientos más habituales en las barbacoas al estilo estadounidense, combina a la perfección con los perritos calientes… pero ¿has probado a ponerlo encima? Prepara la ensalada a tu gusto (piensa en col rallada crujiente, zanahoria y cebolla con un aliño de mayonesa picante) y añade una buena ración a tu perrito a la parrilla. Haz como en Carolina del Norte y pon una capa de chili con carne debajo del coleslaw para disfrutar de un festín aún más sabroso.

Este plato típico de Cleveland, en Ohio, EE.UU., se prepara cubriendo una salchicha de ternera ahumada con coleslaw cremoso, patatas fritas y un chorrito de salsa barbacoa. No es una combinación convencional, pero te aseguramos que los sabores salados, cremosos y ligeramente picantes encajan a la perfección. Usa un panecillo de brioche para perritos y dale un toque especial.

Un chili dog siempre es un acierto, y su versión vegetariana con alubias es igual de sabrosa que la de carne. Para preparar un chili fácil con legumbres, saltea dos zanahorias ralladas y dos dientes de ajo machacados. Añade 600 g de tomate triturado (passata), 50 g de concentrado de tomate, un jalapeño bien picado, una cucharadita de copos de guindilla, dos latas de alubias negras y una de alubias rojas, además de sal y pimienta al gusto. Cocina a fuego lento durante 10 minutos, hasta que esté todo caliente y bien integrado. Vierte la mezcla sobre las salchichas vegetales y termina con un puñado de queso rallado.

Esta es para los amantes del queso: una versión en perrito caliente del clásico sánduche de queso fundido. Prepara el perrito con cebolla crujiente y pepinillos encurtidos. Cúbrelo con lonchas de queso, gratínalo hasta que se derrita y, al sacarlo, añade un chorrito de mayonesa y un poco de perejil fresco picado o cebollino. Es cremoso, irresistible y absolutamente sabroso.

Este popular plato callejero, una especialidad argentina, consiste en un chorizo criollo servido en un panecillo con chimichurri —un condimento picante a base de ajo, vinagre y hierbas frescas—.

Para preparar tu propio chimi, como le dicen cariñosamente, pica finamente una chalota (o una cebolleta pequeña, si lo prefieres), tres dientes de ajo y una guindilla roja fresca y mézclalos con un manojo pequeño de menta fresca, perejil, cilantro y eneldo, todo bien picado. Añade 3 cucharadas de vinagre de vino tinto, 100 ml de aceite de oliva y la ralladura de medio limón. Mezcla bien, salpimienta al gusto y deja reposar en la nevera unas horas antes de servir.

Originario del estado de Sonora, en México, y popularizado en el sur de Arizona, este perrito es un plato contundente que consiste en una salchica envuelta en beicon dentro de un panecillo tipo bolillo —un pan blando de forma alargada—. Se cubre con cebolla y tomate picados, aguacate en trozos, alubias pintas (pueden usarse de lata, ya calientes), salsa picante y mayonesa. También se le puede añadir cilantro fresco y mostaza. Si no encuentras este pan mexicano, prueba con rebanadas de baguette o panecillos tipo ciabatta.

¿Por qué no transformar tu perrito caliente con una versión de tu sánduche favorito? Unta mayonesa en la parte interior del panecillo, añade rodajas de tomate, hojas de lechuga y lonchas de beicon ahumado y crujiente. Coloca la salchicha y, si te gusta, añade un chorrito de kétchup. También puedes sumar unas rodajas de pepino o pepinillo para un extra de frescor y crujiente.

Es difícil superar un chili dog con mucha carne y salsa. Para preparar un chili casero sencillo, dora 1 kg de carne picada en una sartén con aceite y resérvala. En la misma sartén, saltea dos cebollas picadas y pimientos rojos, y luego añade tres dientes de ajo machacados, dos guindillas verdes picadas, una cucharadita de copos de guindilla, dos cucharaditas de comino molido y un toque de canela. Cocina hasta que las verduras estén tiernas.

Añade 200 ml de vino tinto, dos latas de tomate troceado, dos cucharadas de azúcar moreno y un litro de caldo de carne. Deja cocer a fuego lento durante 90 minutos, hasta que espese. Incorpora una lata de alubias rojas, salpimienta al gusto y cocina 15 minutos más. Sirve sobre tu perrito caliente y acompaña con cebolla cruda picada y queso rallado.

Haz que tus perritos calientes sean aún más jugosos, crujientes y sabrosos envolviéndolos en beicon. Estira las lonchas de beicon ahumado con el dorso de un cuchillo y enróllalas alrededor de las salchichas. Sujétalas con un palillo y cocínalas a la parrilla o en una plancha hasta que el beicon esté bien crujiente. Sirve los perritos en panecillos con cebolla crujiente, mostaza y pimientos picados.

La cebolla roja caramelizada añade un toque dulce y meloso delicioso a cualquier perrito caliente. Para prepararla, pela y corta en rodajas finas varias cebollas rojas, y añade 20 g de mantequilla y un chorrito de aceite de oliva a una sartén. Cocina a fuego lento hasta que estén blandas y doradas. Lo importante es no subir el fuego. Coloca las cebollas sobre la salchicha y termina con un chorrito de mostaza americana fuerte para equilibrar los sabores con un toque picante.

Crujiente y lleno de color, el perrito al estilo Chicago es un bocado con mucho carácter. Cubre el panecillo con tomate y cebolla picados, pepinillos en rodajas, jalapeños en escabeche, mostaza americana, un poco de sal de apio y una salsa verde picante, y mételo todo en un panecillo con semillas de amapola. Ni se te ocurra añadir kétchup: el perrito al estilo Chicago es solo para la mostaza.

La bratwurst es una salchicha de cerdo gruesa, jugosa y sabrosa, perfecta para servir en un panecillo. Tradicionalmente se acompaña con chucrut y mostaza a la antigua o alemana. El chucrut se encuentra fácilmente ya preparado, pero si prefieres hacerlo en casa, no es complicado, aunque el proceso de fermentación requiere algo de tiempo.

Para mejorar el sabor del chucrut envasado, pon un poco de aceite en una sartén a fuego lento, añade 250 g de chucrut preparado, una cucharada de mantequilla sin sal, 50 ml de vinagre balsámico blanco, una cucharadita de semillas de hinojo y una vaina de anís estrellado. Rehoga durante 10 minutos, retira del fuego, salpimienta al gusto y deja enfriar antes de servir.

En su forma más sencilla, el perrito caliente clásico lleva cebolla crujiente, mostaza y (a veces) kétchup. Para conseguir ese característico remolino de mostaza por encima, utiliza una botella de plástico con boquilla fina. La elección de la mostaza depende de ti: puedes optar por mostaza dulce americana o alemana, mostaza de Dijon, que es más picante o mostaza inglesa, que tiene un sabor muy intenso.

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Última actualización por Lottie Woodrow.