19 diseños de cocinas retro de los 80 que te llenarán de nostalgia
Deleita tus ojos con estas cocinas de los años 80
Desde armarios de madera de cerezo hasta ideas pioneras en módulos desmontables, las cocinas de los años 80 mezclaban tradición y comodidad moderna con naturalidad. Paletas de colores atrevidas, detalles rústicos y la tendencia emergente a abrir espacios marcaron un enfoque muy particular del diseño de interiores.
Tanto si haces un viaje al pasado como si exploras estas rarezas del diseño por primera vez, estas tendencias nostálgicas ofrecen una mirada sugerente al estilo inconfundible de la década.
Desliza por la galería para descubrir 19 cocinas de los años 80, en una cuenta atrás hasta la más emblemática.
Adaptado al español por Ana Niño, Redactora en español para loveFOOD.
19. Estampados a cuadros y madera clara
Esta imagen de la actriz británica Jenny Agutter, tomada en su casa de Hollywood en 1980, refleja algunas tendencias decorativas que habían sobrevivido desde la década anterior. Lejos de ser una ostentosa mansión de estrella de cine, esta acogedora zona de descanso en la cocina transmite calidez y sencillez, con papel pintado de cuadros en los característicos tonos beige de los años 70 y muebles de madera clara.
18. Columnas clásicas
En los años 80, las columnas de estilo clásico se convirtieron en un elemento decorativo muy popular, que aportaba a las viviendas suburbanas un aire de opulencia inspirado en la antigua Grecia y Roma. Ya fueran estructurales o meramente ornamentales, podían encontrarse en lugares insospechados: flanqueando chimeneas, enmarcando bañeras o sosteniendo doseles de camas con dosel.
A menudo fabricadas en yeso o con acabados que imitaban el mármol, estas columnas no cumplían tanto una función práctica como una función escenográfica, creando un efecto teatral y llamativo que evocaba la grandeza del mundo clásico.
17. Accesorios de colores vivos
Esta entrañable imagen de la cantante Whitney Houston fue tomada en 1987, cuando tenía solo 23 años, en casa con sus padres, Cissy y John. La decoración en tonos neutros y las sartenes de cobre colgadas en la pared recrean una escena muy familiar para quienes crecieron en los años 80, sobre todo si en su casa había un teléfono en la cocina.
Este modelo amarillo brillante con cable incluía un panel de pizarra para anotar mensajes y números, además de un pequeño organizador en la parte inferior para notas, facturas y cartas.
16. Una ingeniosa isla central
Hay algo innegablemente cálido y acogedor en esta cocina, ya sea por las encimeras azul aciano, las plantas de interior colocadas junto a la ventana o los herrajes de hierro fundido en bisagras y tiradores. Pero la auténtica protagonista es la isla de cocina multifuncional, que incluye un soporte magnético para cuchillos, un toallero y una amplia estantería para guardar objetos voluminosos.
No podemos negar que es sencillamente fantástica.
15. Detalles en negro
El negro fue un color clave en el diseño de interiores de los años 80, especialmente en combinación con el rojo, el blanco y el gris. Desde muebles de fresno teñido en negro hasta mesas de centro con sobre de cristal oscuro, se consideraba moderno, limpio y minimalista: el estilo perfecto para la era de los yuppies –jóvenes profesionales urbanos con altos ingresos y una vida centrada en el éxito laboral–.
Esta estética también llegó a las cocinas, donde los armarios de madera de líneas depuradas se combinaban con molduras negras, como se aprecia en este elegante piso. No faltan los detalles a juego: fregadero, tiradores e incluso un armario individual con frontal de cristal negro.
14. Molduras decorativas para la cocina de una mansión
Los acabados de lujo y los adornos decorativos fueron tendencias importantes en los 80, especialmente para aquellos que querían mostrar su riqueza. Aquí, un joven Donald Trump aparece en la foto con su entonces esposa Ivana Trump en su mansión de Greenwich, Connecticut, en 1987. La cocina detrás de ellos presenta un diseño de armarios en dos tonos, verde y blanco, con elaboradas molduras aplicadas en la parte delantera de la fila superior de puertas.
13. Extras modernos
Aunque las primeras placas vitrocerámicas domésticas aparecieron ya en los años 70, fue en los 80 cuando se hicieron realmente populares, aportando un aspecto elegante y depurado, además de un mayor control de la temperatura que las cocinas eléctricas tradicionales.
Esta cocina incluye también una llamativa campana extractora de madera pulida y cálida, en armonía con los tiradores de los armarios y los paneles laterales, para lograr un acabado sofisticado y coherente.
12. Techos decorados para una cocina rústica
Esta imagen de 1987 muestra a la actriz Carrie Fisher en su casa de Bel Air. Su cocina rústica, de inspiración campestre, reúne varias de las grandes tendencias de los años 80: desde el motivo de hiedra pintado con plantilla en el techo hasta las hojas de maíz secas y el colgador de ollas.
La impresionante cocina de leña y la batidora de alta gama habrían sido objeto de deseo para los cocineros más exigentes. ¿El divertido cartel sobre la estufa? Quizá no tanto.
11. Tonos neutros
Esta foto muestra a la cantante y actriz estadounidense Eartha Kitt en la cocina de su casa de Hollywood en 1982. Ella optó por una paleta de colores neutros en todo el espacio, desde los armarios beige hasta la pila de hornos integrados, la parrilla y los cajones calentadores. Las encimeras de azulejos eran una opción muy popular en los 80, pero el sentido único del estilo de Kitt realmente brilla en la fila de cestas de paja y cepillos dispuestos a la altura del techo.
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10. Mejores barras de desayuno
A medida que más mujeres se incorporaban al mercado laboral en los años 80, la dinámica familiar empezó a cambiar, y con ella, el diseño del hogar. La cocina dejó de ser un espacio exclusivamente femenino para convertirse en un espacio compartido donde disfrutar del tiempo en común, lo que impulsó la popularidad de las barras de desayuno.
Este diseño incorpora un trío de lámparas colgantes de ratán, una estantería flotante con borde festoneado para almacenamiento y una zona de comedor a distinta altura, ideal para que familiares y amigos se sienten a charlar mientras se prepara la cena.
9. Almacenamiento inteligente para espacios más pequeños
Durante el auge económico los años 80, mucha gente disponía de más ingresos, pero el tamaño de las casas, especialmente las de nueva construcción, se reducía. Los arquitectos y diseñadores de interiores tuvieron que encontrar formas ingeniosas de incluir más elementos en espacios más pequeños, por lo que las barras de desayuno plegables se convirtieron en una solución inteligente para las cocinas en las que no había espacio para un comedor completo.
El extremo de la mesa cuenta con una puerta falsa, lo que permite que se integre perfectamente en la fila de armarios cuando no se utiliza.
8. Aparadores para morirse
Junto con los volantes, los adornos y los motivos florales propios de la decoración campestre y algo recargada de los años 80, ninguna cocina o comedor estaba completo sin un gran aparador repleto de tazas, vajilla y cubertería.
Este, en concreto, fue renovado con una capa de pintura verde pistacho y rematado con otro clásico de los años 80: un ramo de flores y hierbas secas. Hay que admitir que, incluso según los estándares actuales, sigue teniendo un aspecto estupendo.
7. Elementos de ladrillo
Las paredes con efecto ladrillo fueron un sello distintivo del diseño de los hogares de los años 80, especialmente en las cocinas y los salones. Sin embargo, en lugar de dejar a la vista los ladrillos originales, muchos propietarios optaron por ladrillos de imitación, paneles o baldosas de poliuretano ligero que ofrecían el mismo aspecto por menos dinero. A menudo se colocaban en las chimeneas o debajo de las barras de desayuno, y añadían textura y calidez.
Sin embargo, a medida que los interiores más elegantes y minimalistas ganaron popularidad en las décadas siguientes, este estilo pasó rápidamente de moda.
6. Muebles de mimbre y estilo campestre
La emblemática casa de la serie Las chicas de oro (The Golden Girls, 1985) en Miami mostraba muchas de las tendencias decorativas más representativas de los años 80. Una combinación de muebles de mimbre blanco, estampados botánicos y acogedores armarios de estilo rústico definía su estética inconfundible.
Desde los manteles tropicales hasta la vajilla cuidadosamente expuesta y los moldes para gelatina colgados, el decorado de la serie fusionaba el sol de Florida con un encanto hogareño muy reconocible. Los muebles de ratán y mimbre, en particular, evocaban el entorno costero de la historia, aportando una agradable sensación de vacaciones al corazón del hogar.
5. Compromiso con la paleta de colores
Hoy en día es habitual encontrar una amplia gama de tonos en cualquier habitación. Sin embargo, en los años 80 predominaban los esquemas bicolor. El tema azul y blanco de esta cocina rústica probablemente se inspiró en los platos decorativos expuestos sobre los armarios, y se reprodujo con fidelidad en los azulejos, las cortinas de flores e incluso en el llamativo techo y las vigas pintadas.
4. Armarios de madera de cerezo
La madera de cerezo era la elección preferida para los armarios de la época, presente en todo, desde cocinas compactas hasta amplios espacios familiares. Con sus tonos rojos intensos y su acabado pulido, combinaba a la perfección con las encimeras de aspecto marmolado, los electrodomésticos empotrados y las campanas extractoras de gran tamaño que eran tan populares en aquella época.
Estas cocinas estaban diseñadas para impresionar: muy brillantes, muy funcionales y una clara mejora con respecto a los diseños de los años 70, en los que predominaban el color aguacate y los laminados.
3. Paredes de madera y encanto rústico
Los paneles de pino machihembrados —es decir, encajados mediante una lengüeta y una ranura para unirse entre sí— se convirtieron en un símbolo del estilo rústico de los años 80, inspirado en el gusto estadounidense por las cabañas de madera y los interiores con motivos naturales. Revestían las paredes de cocinas, salones y pasillos, creando un fondo cálido y acogedor para la vida familiar cotidiana.
Aquí, combinados con una clásica barra de desayuno y armarios de madera, aportaban a los hogares un aire artesanal y hogareño, a la vez que elegante. Sus tonos dorados y su veteado natural ayudaban a llevar un pedacito de la naturaleza al interior.
2. Cocinas en kit
Los muebles en kit revolucionaron el diseño del hogar y, en los años 80, la innovación llegó también a las cocinas completas. Los compradores podían visitar las salas de exposición, elegir muebles modulares y llevarse en el coche todo lo necesario para montar una cocina nueva, sin recurrir a un carpintero.
Las combinaciones de colores vivos y llamativos, como el rojo y el blanco, eran especialmente populares, ya que conferían a estos diseños prefabricados un aire futurista y casi espacial. IKEA lideró la tendencia y consolidó su posición como una marca de referencia gracias a este enfoque práctico y moderno.
1. Cocinas de estilo cottagecore
Las cocinas de estilo cottagecore —que celebra la vida sencilla, la naturaleza y el hogar acogedor— estaban muy cotizadas en los años 80, cuando los propietarios buscaban comodidad, encanto y tradición.
Los armarios de estilo Shaker, pintados en tonos suaves, solían combinarse con cortinas de chintz, muebles de pino y estanterías repletas de vajillas estampadas. Una gran mesa de cocina facilitaba las comidas en familia o con amigos, mientras que una cocina de hierro fundido —símbolo definitivo de estatus en la época— añadía un toque rural auténtico. Presente tanto en entornos rurales como urbanos, este estilo convirtió muchas cocinas en el corazón cálido y acogedor del hogar.
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