Conoce los restaurantes más remotos del mundo: Personas de todo el mundo viajan para probarlos
Comida por la que vale la pena viajar
Estos no son los típicos restaurantes de barrio. Son lugares por los que vale la pena viajar, incluso si eso implica un largo y arduo camino, un viaje en barco o en hidroavión.
Se encuentran en carreteras remotas y sinuosas, en lo alto de colinas escarpadas y aferrados a las laderas de las montañas, pero merecen mucho la pena.
Sigue leyendo para explorar los restaurantes en los rincones más recónditos del planeta, en una cuenta atrás que nos lleva hasta los más lejanos de todos.
Hemos basado nuestra clasificación en lo remoto y difícil de acceder que es cada restaurante, así como en las opiniones de nuestro equipo, muy viajero (y buen comensal). La lista es inevitablemente subjetiva.
Adaptado al español por Alba Mora Antoja, Redactora en Español para loveFOOD.
30. The Cabin, Escocia, Reino Unido
Situado en una de las zonas más remotas del Reino Unido, pero no tan remota como para no poder acceder en tren, el restaurante The Cabin parece modesto a primera vista.
La gente acude en masa a este restaurante de verano por una razón principal: la langosta. No es barata, pero cocinada con mantequilla de ajo, hierbas y vino blanco, está considerada como la más fresca y sabrosa de la zona.
Se puede acceder al pueblo portuario en tren desde Glasgow, Oban o Fort William, disfrutando de unas vistas impresionantes.
29. Tan Hill Inn, Inglaterra, Reino Unido
A 528 m sobre el nivel del mar, el Tan Hill Inn es el pub más alto de Gran Bretaña. Te espera en su solitaria colina a que la gente suba en coche, a pie o pedaleando con dificultad por las laderas.
El entorno es sencillamente magnífico, con la posada del siglo XVII, su terraza al aire libre y sus cúpulas de burbujas con vistas a los valles de Yorkshire. A pesar de su aislamiento, mucha gente está dispuesta a hacer el viaje para disfrutar de una cálida bienvenida y de la auténtica comida de pub.
28. Cold Spring Tavern, California, Estados Unidos
El Cold Spring Tavern, un antiguo salón de montaña que en su día fue parada de diligencias, sigue siendo hoy en día un refugio para los viajeros cansados. Si te encuentras recorriendo el paso de San Marcos a través de las montañas de Santa Ynez, cerca de Santa Bárbara, a una altitud de 676 m, es el lugar perfecto para hacer una parada y tomar un bocado y una bebida revitalizante.
Prueba uno de los famosos sándwiches tri-tip, que se sirven con sabrosas salsas caseras (entre ellas, barbacoa, manzana y rábano picante y salsa), o explora la carta de barbacoa, hamburguesas y chili antes de volver a la carretera.
27. Hell's Backbone Grill & Farm, Utah, Estados Unidos
Escondido en una polvorienta carretera en uno de los pueblos más remotos de Estados Unidos, Hell's Backbone lleva más de dos décadas sirviendo productos orgánicos, locales y de temporada en medio de la nada.
Los chefs y copropietarios Jen Castle y Blake Spalding dirigen el restaurante según los principios budistas, utilizando frutas y verduras cultivadas en los huertos de la cocina y en la granja de 2,43 hectáreas adjunta.
No aceptan reservas, excepto para grupos grandes, por lo que cualquiera que quiera cenar aquí tendrá que hacer el viaje y arriesgarse.
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26. Treehotel, Harads, Suecia
Rodeado por los paisajes salvajes y maravillosos del norte de Suecia, el restaurante del Treehotel es un destino en sí mismo.
Con un menú centrado en la cocina tradicional sueca, elaborado con ingredientes silvestres y caza de origen sostenible, cada plato encapsula el espectacular entorno. Lo más interesante es que el restaurante y las suites están suspendidos en los árboles, en lo profundo del bosque.
25. Grotto Rodai, Giornico, Suiza
Escondido lejos de la carretera principal, en el pequeño pueblo de Giornico (al que se llega por una carretera rudimentaria y muy rocosa), Grotto Rodai es el tipo de restaurante que la gente encuentra por casualidad y luego no quiere compartir con nadie.
Esto se debe a que su lejanía y su condición de joya escondida forman parte de su encanto. Puedes sentarte en el acogedor comedor o en los bancos de piedra del exterior, a la sombra de árboles centenarios y pérgolas entrelazadas con parras. El menú se centra en la cocina regional, con risottos y platos de polenta.
24. Refuge du Plan de l'Aiguille, Chamonix-Mont-Blanc, Francia
Este albergue y restaurante de montaña se eleva a unos 2.206 metros sobre el nivel del mar, por lo que sería fácil que los excursionistas, mareados por la altitud y cansados de caminar por las agujas de Chamonix, sospecharan que están imaginando cosas.
Pero no, realmente es un lugar de ensueño para descansar y reponer fuerzas con la cocina tradicional saboyana, en su mayoría (deliciosa) a base de queso y patatas. El Refuge du Plan de l'Aiguille se encuentra a los pies del Aiguille du Midi, con vistas al Mont Blanc.
23. Little A’Le’Inn, Nevada, Estados Unidos
Los huéspedes pueden tener un encuentro cercano del tercer tipo cuando visitan este restaurante, tienda y pequeña posada, pero todo lo demás está muy, muy lejos. Esto se debe a que Little A'Le'Inn, en Rachel, que tiene menos de 100 habitantes, se encuentra en medio del desierto de Nevada, junto a la "Autopista Extraterrestre", de camino al Área 51.
El restaurante sirve hamburguesas Alien, patatas fritas, historias sobre avistamientos de extraterrestres y consejos sobre los mejores lugares para observar el cielo.
22. The Old Forge, Escocia, Reino Unido
Este pub de las Highlands escocesas, cerca del Ben Nevis, fue nombrado el pub más remoto de Gran Bretaña continental por el Guinness World Records. Solo se puede llegar a The Old Forge tras una caminata de 29 km o cruzando el mar hasta el pueblo de Inverie, en la península de Knoydart.
Abre en temporada, por lo que aquellos que deseen degustar marisco sostenible y capturado localmente en medio de la nada deben consultar antes de iniciar el viaje.
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21. El Nido del Águila, Baviera, Alemania
El Nido del Águila, o Kehlsteinhaus, fue originalmente un regalo para Hitler y, aunque él no pasó mucho tiempo aquí, se convirtió en un símbolo del régimen nazi. Ahora es un restaurante que sirve cocina tradicional bávara y, aunque la página web dice que no es necesario reservar, el esfuerzo que supone el viaje hace que valgamerezca la pena llamar con antelación.
Situada al borde del monte Kehlstein, en los Alpes bávaros, a esta maravilla de la ingeniería se accede a través de una sinuosa (y a veces aterradora) carretera excavada en la montaña, con un ascensor de latón que lleva a los comensales al restaurante.
20. Pizza Pi, Islas Vírgenes de los Estados Unidos
Pizza Pi, la única pizzería en un velero del mundo, ofrece cada día sus pizzas flotantes a los navegantes. Puedes llegar en balsa o en bote (hay servicio de transporte disponible) o, si te apetece darte un chapuzón en las aguas turquesas, puedes nadar hasta allí.
Pizza Pi suele estar amarrada en Christmas Cove, frente a la costa de Saint Thomas. Si no vas en barco, tendrás que volar, lo que supone unas tres horas y media desde Nueva York o diez horas desde San Francisco.
19. Beano's Cabin, Colorado, Estados Unidos
Mountainside Beano's Cabin ocupa una posición elevada en el complejo turístico de Beaver Creek, en Avon, rodeado de bosques. Sin embargo, en lugar de verse perjudicado por su ubicación remota, el restaurante aprovecha al máximo esta circunstancia e incluye el trayecto en la experiencia.
No es fácil llegar hasta aquí, pero es un camino muy agradable. En invierno, los comensales son trasladados en un 4x4 o en un servicio de transporte que los lleva de forma segura al restaurante a tiempo para la cena.
Los abundantes platos de temporada incluyen conejo confitado en salmuera de cítricos y tartar de bisonte.
18. The Lost Kitchen, Maine, Estados Unidos
No es solo la ubicación de The Lost Kitchen lo que hace que sea difícil llegar, escondido en un molino renovado del siglo XIX al que se accede a través de un puente que cruza un arroyo. También es la forma en que se asignan las mesas, mediante un sorteo por correo postal. La gente envía sus solicitudes por correo y espera ser elegida.
Los pocos afortunados pueden cenar en la preciosa casa con detalles en madera de la chef y fundadora Erin French. Su equipo, formado íntegramente por mujeres, crea un menú degustación en constante evolución basado en productos locales.
17. The Rock, Isla de Unguja, Tanzania
Este restaurante se aferra a una roca en la playa de Michamvi Pingwe, en Unguja, parte del archipiélago de Zanzíbar. Es con la marea alta cuando se vuelve realmente remoto, una isla en sí misma, a la que solo se puede llegar en barco.
The Rock se encuentra en lo que antiguamente era un puesto de pescadores y ahora solo cuenta con una docena de mesas bajo un techo de palmeras, donde los comensales disfrutan de marisco rodeados de las vistas del océano Índico.
16. Seven Glaciers, Alaska, Estados Unidos
Llegar al restaurante Seven Glaciers, situado en lo alto de una montaña a unos 701 m sobre el nivel del mar, requiere un largo viaje. Un teleférico se desliza por encima de las copas de los árboles, con vistas vertiginosas de siete glaciares colgantes (en días claros) y Turnagain Arm, parte del remoto Cook Inlet.
A continuación, se conduce a los comensales a un ascensor y se les guía por una alfombra dorada antes de sentarse a disfrutar de su comida, con platos estrella como la bisque de vieiras servida junto a enormes ventanales.
15. Arctic Bath, Harads, Suecia
El restaurante Arctic Bath no solo se encuentra en medio de la nada, sino en medio de un río en medio de la nada. Este hotel flotante, cuyo singular edificio principal, con forma de nido, alberga el restaurante, se desliza sobre el río Lule en verano y se queda congelado cuando llega el hielo, a lo que se accede a través de un pontón.
Los ingredientes que componen el menú fijo, siempre cambiante, de este refugio de la Laponia sueca, como el aceite, la miel, las hierbas, las bayas y la carne de reno, proceden de la región.
14. Restaurante submarino Ithaa, Isla Rangali, Maldivas
Es posible que haya un día en el que no se pueda cenar en Ithaa. Este restaurante submarino, situado a 5 metros bajo el nivel del mar, tenía una vida útil prevista de solo 20 años tras su instalación en 2004, aunque, afortunadamente, sigue en pie hoy en día.
Si quieres ver esta maravilla submarina mientras aún puedas, tendrás que trasladarte a la isla de Rangali en hidroavión desde el aeropuerto principal de Maldivas, Velana. Una vez allí, las vistas panorámicas de los jardines de coral (por no hablar del tentador menú fusión) harán que el viaje valga la pena.
13. Pebble Beach, Queensland, Australia
Pebble Beach es uno de los dos restaurantes de Qualia, un remoto complejo turístico situado en el extremo norte de la isla Hamilton, en las Whitsundays, rodeado por la Gran Barrera de Coral. Está lejos de todo, excepto de algunos de los paisajes más famosos y bellos del mundo.
Este restaurante de alta cocina, abierto normalmente para el almuerzo y la cena, sirve mariscos frescos y platos elaborados con productos regionales. Las mesas se alinean al borde de una terraza de madera para disfrutar de unas vistas ininterrumpidas del océano y las islas con sus playas de arena blanca y brillante.
12. Fogo Island Inn, Terranova, Canadá
Cenar en el Fogo Island Inn, cuyos ventanales dan al profundo océano azul y a las ocasionales ballenas que saltan, es como cenar en el fin del mundo. Este elegante hotel, situado en un remoto pueblo pesquero de la costa norte de Fogo, se alza solitario (y sobre pilotes).
El comedor, descrito como "la noble proa del barco", está considerado uno de los mejores de Canadá, con ingredientes pescados o recolectados en las cercanías.
¿Y si te apetece cenar debajo del agua en Noruega? ¡Hay una opción para ello!
11. Under, Lindesnes, Noruega
Under se encuentra realmente bajo el agua, aunque ese no es el único factor que lo hace remoto. También se encuentra justo frente a la escarpada costa del aislado pueblo de Båly, en el sur de Noruega.
Es el restaurante submarino más grande del mundo y se sumerge a 5 metros bajo la superficie del agua, con un aspecto similar al de un elegante y minimalista barco volcado. Abrió sus puertas en 2019 y rápidamente obtuvo una estrella Michelin por su menú degustación de marisco local, aves marinas y carnes silvestres.
10. Furneaux Restaurant & Comptoir, Furneaux, Nueva Zelanda
Situado a orillas del Endeavour Inlet y accesible solo a pie, en barco o en helicóptero, Furneaux forma parte de un complejo turístico del mismo nombre. Se encuentra en la popular Queen Charlotte Track, una ruta de larga distancia en el extremo norte de la Isla Sur de Nueva Zelanda.
Quienes se esfuerzan por llegar hasta allí obtienen una gran recompensa. El menú se basa en productos locales, desde mejillones de labios verdes hasta caza silvestre, servidos con vinos de Marlborough. El entorno, rodeado de montañas y con vistas al mar, es inmejorable.
9. Berggasthaus Aescher, Schwende, Suiza
Se trata de una larga y ardua caminata o un sinuoso trayecto en teleférico (seguido de una caminata más corta) hasta llegar a esta posada del siglo XIX, que se aferra vertiginosamente a la ladera de la montaña Ebenalp, en la región de Appenzell, en los Alpes suizos.
Berggasthaus Aescher fue construida por granjeros como lugar de descanso mientras sus cabras pastaban. Ahora es un restaurante y casa de huéspedes impresionante, con vistas a los valles y al lago de Constanza. La comida es típica de los Alpes, abundante y con mucho queso, huevos y patatas, muy necesaria para el viaje de vuelta.
8. Mil, Moray, Perú
Virgilio Martínez se ganó su reputación por su innovadora cocina peruana en su restaurante Central de Lima, donde cada plato del menú degustación refleja una altitud diferente del país, desde el mar hasta los Andes.
Mil lleva las cosas a un nivel completamente nuevo, tanto en lo que se refiere al menú, centrado en raíces, tubérculos, hierbas y frutas cultivadas por las comunidades andinas a gran altitud, como a la ubicación.
El restaurante se encuentra en el Valle Sagrado de Perú, a 3.567 metros sobre el nivel del mar y rodeado de pueblos agrícolas.
7. Treepod Dining, Koh Kood, Tailandia
Para llegar a este restaurante en Koh Kood, frente a la costa sureste de Tailandia, hay que tomar un vuelo de 90 minutos desde el aeropuerto de Bangkok hasta una isla privada propiedad del complejo turístico Soneva Kiri, donde se encuentran estas cabañas en los árboles.
Incluso entonces, todavía hay que tomar una lancha rápida para llegar al complejo, por lo que, naturalmente, la mayoría de la gente se queda a dormir. Sin embargo, el viaje merece la pena.
Los comensales se acomodan en sus propias cabañas de bambú, colgadas entre los árboles con vistas a la bahía, mientras les sirven platos tradicionales tailandeses mediante una tirolina.
6. Tika Palace, Palacio de Sal, Colchani, Bolivia
Los magníficos salares de Bolivia son una visita obligada para cualquier viajero entusiasta y, afortunadamente, no es necesario elegir entre paisajes increíbles y comida increíble. Situado en el Palacio de Sal, un hotel construido con sal local, Tika Palace sirve cocina gourmet repleta de sabores bolivianos.
Hay varias formas de llegar a este paisaje único, incluyendo en avión (desde La Paz), en tren o en autobús. Si quieres conducir, necesitarás un 4x4 y un plan cuidadoso para repostar antes de pasar la última gasolinera.
Entramos ahora en el top 5 de restaurantes más remotos...
5. Restaurante Bulagtai, Ömnögovi, Mongolia
No hay nada más remoto que el desierto de Gobi. Mongolia no solo es enorme, sino que tiene una baja densidad de población, con solo cinco personas por milla cuadrada (dos personas por kilómetro cuadrado).
En el restaurante Bulagtai del Three Camel Lodge, la auténtica comida mongola se reinventa con un toque contemporáneo, pero para disfrutarla primero tendrás que llegar al complejo. Si tienes la suerte de disponer de un avión privado o un helicóptero, puedes aterrizar a solo 10 minutos. Si no es así, hay que tomar un vuelo nacional desde Ulán Bator, la capital del país, y luego recorrer una hora en coche por el desierto.
4. Miyamasou, Kioto, Japón
A unos 33 km de la ciudad más cercana, Kioto, y accesible a través de un sendero de montaña, este ryokan (“posada”) tradicional parece fundirse con el paisaje. Miyamasou, de propiedad familiar desde hace cuatro generaciones, fue en su día un lugar de descanso para los peregrinos que se dirigían al templo Bujō-ji, en la montaña Daihizan.
Ahora sirve lo que algunos consideran la mejor cocina de Japón, elaborada con delicias locales como el ayu (pescado de agua dulce) e ingredientes recién recolectados que llevan la conexión con la tierra y el patrimonio a los platos de los comensales.
3. Templo Huashan, Shaanxi, China
Si te atreves a recorrer el peligroso camino para llegar hasta allí, te espera una taza de té muy gratificante en el templo Huashan. Encaramado en uno de los cinco picos del monte Hua, este templo budista y taoísta ofrece refrescos a quienes llegan a la cima.
Para llegar hasta allí, primero hay que recorrer un largo camino de escalones de piedra, seguido de una trepada por una estrecha cornisa de madera adherida a la ladera de la montaña. Estarás bien sujeto al acantilado durante esta ruta, en la que solo se puede caminar en fila india. ¡Pero no mires abajo!
2. Irish Pub, Namche, Nepal
Si a alguien le apetece una pinta de Guinness y una hamburguesa de yak de camino a escalar el Everest, este es el lugar ideal.
El Irish Pub está situado en la pequeña localidad de Namche, a 3.450 metros sobre el nivel del mar, y presume de ser el pub irlandés más alto del mundo. Sin duda, es el más remoto y quizás el único especializado en carne de yak (los filetes también están buenos).
No hay carreteras que lleguen al pueblo, por lo que los visitantes (y los proveedores) tienen que caminar dos días desde el aeropuerto de Lukla para llegar hasta allí.
1. Hotel Everest View, Khumjung, Nepal
El comedor del Hotel Everest View es uno de los más altos del mundo, lo cual tiene sentido, ya que se encuentra dentro del que se considera el hotel más alto del mundo.
Situado en una cresta del Parque Nacional de Sagarmatha (Everest), a 3.962 metros sobre el nivel del mar, el restaurante sirve cocina regional de Khumbu y tiene una antigua roca en lugar de pared trasera.
A pesar de su ubicación remota, el restaurante está abierto tanto a los huéspedes del hotel como a los transeúntes, aunque por transeúntes nos referimos a personas que hacen senderismo por las montañas o aterrizan en el helipuerto del hotel.
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Última actualización por Laura Ellis.
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