Martha Stewart es una leyenda de la cocina, y gente de todo Estados Unidos (y el mundo) confía en sus trucos infalibles y sus consejos prácticos. Más allá de hacerse famosa por su tiempo en prisión o su reciente documental en Netflix, Martha ha sido conocida por años por ser la anfitriona perfecta. Ya sea que seas un fan o que nunca hayas oído hablar de ella, sus sabios consejos resolverán todos tus errores habituales en la cocina, y pronto podrás preparar un arroz que siempre quede perfectamente esponjoso y un suculento pavo asado perfecto. 

Haz clic o desplázate por nuestra galería para descubrir los mejores consejos de Martha Stewart de todos los tiempos, en la cuenta atrás del truco que todo el mundo debería conocer.

Adaptado al español por María J. Arabia, Editora de sindicación en Español para loveFOOD.

Puede que este truco te provoque algunas miradas extrañas mientras cocinas tus gofres, pero los resultados hablan por sí solos. El truco de Stewart para que los gofres estén siempre crujientes consiste en sacar el gofre recién hecho de la plancha y pasarlo con cuidado entre las manos. Suena raro, pero permite que salga el vapor de tu desayuno y evita que se ablanden.

El ingrediente secreto de la receta de huevos revueltos de Stewart es la mantequilla clarificada. Como guía, Stewart añade aproximadamente una cucharada de mantequilla clarificada a la sartén por cada huevo. Solo tienes que derretir la mantequilla clarificada en la sartén, añadir los huevos batidos y revolverlos hasta que estén hechos. Luego sazona al gusto y listo.

En 2016, Stewart demostró en Facebook Live cómo preparar su sándwich de queso a la plancha definitivo. Para el relleno, opta por una combinación clásica de quesos americano y cheddar, pero los coloca entre rebanadas gruesas de masa madre ligeramente untadas con mantequilla, en lugar del pan blanco habitual. Su mejor consejo, sin embargo, es untar el exterior del pan con mayonesa antes de tostarlo en una sartén caliente para conseguir la corteza crujiente perfecta.

Quizá no sea un truco original, pero siempre vale la pena repetirlo. Si te cuesta pelar ajos, y seamos sinceros, ¿a quién no? - entonces un simple tarro es la solución. Separa los dientes de ajo del bulbo y colócalos de uno en uno en un tarro pequeño. Agita el tarro con fuerza y, cuando saques el diente de ajo, deberías poder quitarle la cáscara. Repítelo tantas veces como necesites.

Conseguir que el tocino quede perfectamente crujiente en una sartén implica una cuidadosa vigilancia y muchas salpicaduras de grasa. Para evitarlo, Stewart recomienda cocinarlo en el horno. No solo supone poco o ningún esfuerzo, sino que también te permite escurrir y guardar la grasa sobrante para utilizarla como una pequeña bomba de sabor rociada sobre huevos o papas.

Cualquiera que haya llevado uno de esos delantales de plástico en una marisquería sabe que quitar la carne de langosta puede ser un asunto sucio. Pero el ingenioso truco de Stewart podría resolverte el problema en el futuro. Sugiere que dobles la cola y metas un tenedor invertido entre la carne y el caparazón. Luego gira el tenedor y tira de él para sacar una cola de langosta jugosa y entera. ¡Muy sencillo!

Muchas familias, especialmente en Estados Unidos, tienen su propia receta de pastel de carne, pero con demasiada frecuencia resulta duro y chicloso. Stewart tiene un buen consejo para ello: no amases demasiado la mezcla y manipúlala lo menos posible. Solo debes juntarlo todo suavemente con las manos húmedas para evitar que se pegue; no lo presiones. Deja reposar el pastel de carne antes de cortarlo.

Los mejores consejos de Stewart para conseguir un filete a la plancha perfecto garantizan siempre unos resultados excelentes. Saca la carne del frigorífico una hora antes de cocinarla y sécala bien con un paño de cocina. Utiliza una sartén de hierro fundido para que el calor sea uniforme y asegúrate de que esté bien caliente. Echa una cucharada de mantequilla por filete en la sartén, salpimienta la carne y dórala. Por último, deja siempre reposar la carne 10 minutos antes de servirla.

No tires las semillas cuando prepares sopa de calabaza o ahuyama. Stewart aconseja a los aficionados que las laven en agua templada y luego las sequen bien en papel de cocina. A continuación, puedes asar las semillas en un horno caliente hasta que estén crujientes (unos 15-20 minutos) sacudiéndolas a mitad de cocción. Puedes utilizar las semillas para adornar la sopa y las sobras son estupendas para añadir a las ensaladas o como tentempié.

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Deja de comprar ensalada de papa ya preparada y empieza a hacer la tuya propia. En primer lugar, Stewart recomienda utilizar papas cerosas de piel roja, que conservan mejor su forma que las almidonadas, y asegurarse de cortarlas en trozos uniformes. Para el aliño de su ensalada de papa, añade una pizca de azúcar a la mezcla de vinagre y, para darle un toque más de acidez, diluye la mayonesa con suero de leche o un poco de crema agria. Y no te pases con los ingredientes salados y ácidos: Martha desaconseja agregar pepinillos, alcaparras y aceitunas.

Sacar jugo de una lima puede ser un trabajo duro, sobre todo si está dura y poco madura. Stewart aconseja hacer rodar limas y limones hacia delante y hacia atrás sobre la superficie de trabajo con la palma de la mano. Unos cuantos rodillos las ablandarán lo suficiente para que puedas sacarles el máximo jugo. Alternativamente, corta la lima por la mitad y métela en una prensa de cítricos.

Un molinillo de café es perfecto para preparar esas especias tan importantes para un curry, pero ¿cómo se limpian bien los restos de especias? Stewart dice que pases unos cubitos de pan por el molinillo y estará listo para volver a moler granos de café.

Lleva las espinacas a la crema a otro nivel con la receta de Stewart. Ella añade cebolla y ajo salteados a las espinacas cocidas, pero lo que cambia las cosas es añadir queso crema con un poco de leche en lugar de la habitual crema de leche. La nuez moscada rallada es el toque final.

Para ser un cocinero de éxito, tienes que ser un cocinero organizado. Stewart recomienda seguir la práctica francesa de mise en place, o cada cosa en su sitio. Básicamente, significa medir, cortar, trocear y preparar todos los ingredientes con antelación, para que puedas centrarte en cocinar una vez que hayas empezado.

Tardas mucho en pelar una avellana tostada, pero Stewart tiene la solución perfecta. Tuesta las avellanas durante 10-12 minutos en un horno caliente (pon el temporizador de cocina porque pueden quemarse fácilmente). Luego sácalas del horno y, mientras las avellanas aún están calientes, ponlas en el centro de un paño de cocina limpio. Envuélvelas y sigue frotándolas y enrollándolas para que la fricción les quite la piel; es mucho más fácil que hacerlo a mano.

Stewart es una firme defensora de la herramienta adecuada para cada trabajo. En su sitio web afirma que la mayoría de los cocineros caseros deberían conformarse con tres cuchillos: un cuchillo de sierra, un cuchillo de chef y un cuchillo de pelar. El cuchillo de cocinero es el caballo de batalla de la cocina, así que es la compra más importante. Otros cuchillos a tener en cuenta, según tus menús, son los cuchillos multiusos y los cuchillos deshuesadores.

¿Te cuesta sacar las semillas de las granadas? Stewart dice que hay que quitar el "cogollo" y luego marcar alrededor de la granada, sin cortar la piel. Así te aseguras de no perder nada del zumo. A continuación, pártela por la mitad y pon una mitad con la piel hacia arriba en una mano. Ahora, sobre un cuenco, golpea la parte posterior de la granada con una cuchara y los granos deberían salir volando.

Según Stewart, el secreto de la salsa de pasta perfecta es simplemente el agua de la pasta. Así que, antes de escurrir toda el agua, una vez que la pasta esté al dente, reserva una buena taza llena del líquido para usarlo en la salsa. El agua con almidón ayudará a la salsa a emulsionar y permitirá que la pasta absorba todos esos maravillosos sabores.

Pelar el jengibre puede generar muchos residuos si cortas la piel con un cuchillo. Además, con la incómoda forma del jengibre, usar un pelador lleva mucho tiempo y es engorroso. Stewart sugiere que utilices una cucharilla para pelarlo. Es una idea tan rápida y sencilla que la utilizarás una y otra vez.

Picar hierbas y pelar verduras puede dejarte un montón de restos de comida e ingredientes sobrantes. Stewart recomienda a los cocineros que, como mínimo, composten los restos en lugar de tirarlos a la basura. Pero aún mejor, Stewart señala que puedes guardar o congelar las sobras para otro día. Las peladuras de verduras pueden servir para un caldo, por ejemplo, y las hierbas sobrantes pueden echarse en un pesto casero.

Con años de experiencia, Stewart sabe cómo sacar el máximo partido a tu olla de cocción lenta. Utiliza cortes de carne baratos y dóralos de antemano para añadir sabor y color. Si quieres adelantarte, Stewart recomienda preparar el plato y dejarlo en la nevera, asegurándote de añadir una buena hora al tiempo de cocción. Y el último consejo: no llenes la olla de cocción lenta hasta el borde, pero tampoco por debajo, o tendrás un asado seco. Debe estar entre la mitad y dos tercios lleno.

Este truco de Stewart es brillante. Cuando hagas masas para tarta, congela previamente la mantequilla hasta que esté sólida. Luego rállala en la harina con un rallador grueso. Esto garantiza una distribución uniforme de la mantequilla y es mucho más rápido que frotarla con los dedos. Del mismo modo, utilizar con cuidado un robot de cocina para mezclar la mantequilla es más fácil que hacerlo manualmente.

Un buen trozo de carne rostizado es un plato maravilloso, pero puede quedar soso y chicloso con facilidad. Stewart aconseja primero utilizar asado de ternera seco y sazonado, y dorarlo en una fuente para horno muy caliente. No intentes darle la vuelta hasta que se despegue fácilmente de la fuente sin pegarse. Luego lo saca de la fuente para cocinar los aromáticos y desglasar el fondo antes de volver a añadir la carne y cocerlo todo en el horno a 180°C (350°F), tapado, durante unas tres horas. Unas cucharadas de pasta de tomate añaden sabor a la salsa. Deja reposar la carne 15 minutos antes de cortarla.

Stewart dice que hay que ignorar la información de cocción de los paquetes de arroz blanco de grano largo y seguir siempre su método infalible. En primer lugar, lava el arroz y mide siempre 120 g (8 onzas) de arroz por 360 ml (12 onzas líquidas) de agua, es decir, una proporción de 1 a 1,5 de arroz por agua. Pon el arroz en agua salada ya hirviendo, llévala de nuevo a ebullición y cuécelo a fuego lento, tapado, durante 16 minutos. Retíralo del fuego y déjalo tapado durante 10 minutos. ¿El resultado? Un arroz esponjoso y perfecto.

Es muy sencillo conseguir papas fritas crujientes con calidad de restaurante y esponjosas en el centro. Pela y corta las papas y ponlas en agua helada en la nevera durante toda la noche. Esto extrae el almidón y les permitirá obtener un acabado crujiente. A continuación, escúrrelas y sécalas bien con papel de cocina. Fríe las patatas durante tres minutos a 150°C (300°F) por tandas, sácalas a una bandeja de horno en una sola capa y déjalas enfriar. A continuación, fríelas de nuevo a 180°C (350°F) hasta que se doren. Utiliza un aceite neutro, como el de girasol, para obtener mejores resultados.

El consejo de Stewart para conseguir siempre el huevo duro perfecto es simplemente genial. Pon los huevos en una cacerola y cúbrelos con agua fría 2,5 cm (1 pulgada). Lleva el agua a ebullición, tapa y retira del fuego. Déjalos tapados durante 12 minutos antes de escurrirlos y pasarlos por agua fría hasta que estén completamente fríos. Este método evita que los huevos adquieran los antiestéticos anillos sulfurosos oscuros alrededor de las yemas.

Según Stewart, nunca conseguirás el mejor sabor para el pollo a la mantequilla sin marinar el pollo en yogur especiado durante 24 horas, tapado en la nevera. Cuando estés listo para cocinar, sacude el exceso de marinada de yogur sobre un colador, o el pollo quedará aguado en el plato final.

No hace falta que utilices el método anticuado de batir a mano la leche poco a poco en la masa de los crepes. Stewart lo bate todo en una licuadora durante unos 30 segundos, hasta que esté suave y empiecen a formarse burbujas. Luego debes dejar reposar la masa al menos 15 minutos a temperatura ambiente o refrigerarla en un recipiente hermético hasta un día y batirla antes de usarla. El reposo de la mezcla hace que los granos de almidón revienten y da como resultado una masa más ligera.

Si vas a asar un pescado entero en la barbacoa, Stewart te aconseja que te asegures de que la parrilla está limpia, bien engrasada e increíblemente caliente. Seca el pescado, sazónalo y colócalo en la parrilla con la piel hacia abajo, y no lo toques hasta que llegue el momento de darle la vuelta. Una técnica alternativa, incluso más fácil, es seguir los mismos consejos pero colocando el pescado en una cesta de parrilla.

Stewart se toma muy en serio la compra de bayas en la tienda. Antes de comprarlas, siempre comprueba si presentan algún signo de daño o podredumbre, y luego tiene un cuidadoso método para lavarlas en casa. En lugar de enjuagarlas directamente bajo el grifo, Stewart recomienda llenar un cuenco con agua, poner las bayas en un colador y luego bajarlas suavemente al baño de agua. Después, sécalas bien y guárdalas en un recipiente hermético en el frigorífico para que duren más.

Es muy difícil cortar uniformemente las lonchas de tocino entreverado debido a la grasa y a la finura de las lonchas. Stewart recomienda apilar los trozos de tocino en pilas pequeñas, por ejemplo de cuatro en cuatro, y congelarlos durante unos 20 minutos para que el tocino sea más fácil de manipular y cortar.

Nos encantan las papas asadas esponjosas, crujientes por fuera y blandas por dentro. He aquí un consejo de Stewart para que siempre salgan bien. Una vez que hayan salido del horno (después de una hora o así de cocción), utiliza un paño de cocina para coger una papa caliente y golpearla contra la encimera. Ahora recórtala para dejar al descubierto ese interior perfectamente esponjoso. Sazona y adereza a tu gusto.

Stewart es una gran fan de la cocina por lotes y de las recetas preparadas de antemano. Un rápido vistazo a su sitio web revela un tesoro de recetas que pueden alimentar a una multitud o prepararte para la semana siguiente. Para sacar el máximo partido de la cocina por lotes, dice, es una buena idea duplicar la receta y luego porcionar las comidas, antes de enfriarlas y meterlas en el congelador para otro día.

Según Stewart, la mejor forma de servir salmón a la plancha con calidad de restaurante es seguir unas sencillas reglas. Seca siempre bien el filete antes de cocinarlo y sazónalo abundantemente con sal gruesa. Calienta la sartén hasta que esté caliente y cocina el salmón con la piel hacia abajo hasta que esté crujiente y se pueda levantar fácilmente de la sartén. Si el filete es muy grueso, es mejor terminarlo en el horno caliente durante unos cinco minutos después de dorarlo.

Stewart tiene muchos consejos para hacer la ensalada perfecta. La lechuga debe estar limpia y crujiente, y las hojas deben secarse bien, idealmente en una centrifugadora de ensaladas. El aliño en sí debe hacerse en el bol de servir, y los ingredientes de la ensalada, como los tomates, pueden mojarse en él para impregnarse del sabor. Por último, las hojas de lechuga van en último lugar, y no las aliñes hasta que estés listo para servir. Perfecto.

Una tarta de queso horneada al estilo neoyorquino es un postre que gusta a todos, pero es difícil evitar que se agriete mientras se enfría. Stewart acude al rescate con algunos consejos. Asegúrate de que la crema de queso esté siempre a temperatura ambiente y hornea la tarta de queso durante más tiempo a una temperatura más baja (120 °C). Cuando la tarta de queso esté lista, apaga el horno y deja la tarta donde está durante media hora. A continuación, abre un poco la puerta con una cuchara de madera durante otros 30 minutos antes de sacar la tarta de queso y dejarla enfriar al lado durante tres horas antes de refrigerarla.

Stewart tiene muchos consejos para hacer unos huevos escalfados excelentes. Afirma que los huevos frescos son mejores para escalfarlos porque las claras se pegan más a las yemas. Pero no te preocupes por romperlos antes en un cuenquito. Esto solo es útil si quieres huevos escalfados perfectamente presentados. El agua debe hervir a fuego lento, pero no hirviendo y, por último, debes vigilar los huevos una vez que estén en el agua. El huevo no tarda mucho en escalfarse, y luego se cuece demasiado.

El pollo asado de Stewart no requiere darle la vuelta ni untarlo y consigue una piel maravillosamente crujiente. Corta dos cebollas en rodajas gruesas y coloca el pollo sobre ellas en una fuente de horno. Ata las patas y mete las alas para que la cocción sea uniforme. Frota dos cucharadas soperas de mantequilla blanda por toda la piel para conseguir esa magnífica textura crujiente. Sazona bien (Stewart es muy estricto a la hora de decirte que lo sazones todo bien) con sal y pimienta. Ásalo en el horno caliente hasta que esté bien hecho y luego déjalo reposar en el molde durante 10-15 minutos para que se asienten los jugos.

La receta infalible de galletas con chocolate de Stewart produce un exterior crujiente y un irresistible centro masticable. ¿Qué más se puede pedir? Para conseguir siempre el resultado perfecto, Stewart utiliza una pequeña cuchara de helado para colocar la masa en la bandeja del horno, separándola 5 cm (2 pulgadas). Esto garantiza que cada galleta tenga el mismo tamaño y forma, y es mucho menos engorroso que intentar usar una cuchara.

Para la hamburguesa perfecta de Stewart, ella insiste en carne picada de ternera con un 20% de grasa y sin otros aglutinantes en la mezcla, aparte de sal y pimienta. Con un ligero toque, forma bolas con las hamburguesas y luego aplánalas. Así evitarás que se pongan duras. ¿El mejor truco? Haz una hendidura de unos 0,5 cm de profundidad en el centro de la hamburguesa con el pulgar. Así evitarás que la carne se hinche al asarla.

Nadie quiere un pavo seco en su mesa. Por eso Stewart cubre su pavo en salmuera con muselina empapada en mantequilla derretida antes de meterlo en el horno, para obtener un resultado brillante y suculento. También asa los menudillos para la salsa en lugar de hervirlos. Durante la última hora de cocción, retira la muselina y deja que el pavo se ase hasta que se dore. Déjalo reposar 30 minutos antes de trincharlo también.

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Última actualización por Luke Paton.