Salud y bienestar: 34 dietas que han sido populares, pero que no son recomendables
Dietas que debes evitar a toda costa
A lo largo de los siglos, la gente ha probado casi todas las dietas posibles en busca de una cintura más delgada y una mejor salud. Sin embargo, las dietas de moda son notoriamente difíciles de mantener y, en algunos casos, pueden ser peligrosas (e incluso mortales). Aquí, la nutricionista Angela Dowden repasa algunas de las dietas más excéntricas, extrañas y arriesgadas desde el siglo XVI hasta nuestros días, haciendo un recuento de las más estrambóticas.
Haz clic o desplázate por nuestra galería para conocer algunas de las dietas más extrañas y horripilantes de la historia, incluidas algunas que la gente sigue todavía hoy.
Hemos basado nuestra clasificación en la extrañeza, peligrosidad e ineficacia de cada dieta, y en las opiniones de nuestro viajado (y bien alimentado) equipo. La lista es inevitablemente subjetiva.
Adaptado al español por Rocío Durán Hermosilla, Redactora en Español para loveFOOD
34. La dieta Banting
La idea de una dieta baja en carbohidratos puede parecernos anticuada ahora, pero para el enterrador inglés William Banting fue algo novedoso promoverla en el siglo XIX. Su panfleto de 1863, Carta sobre la corpulencia, se dirigía al público y hablaba de su experiencia con la dieta. Fue tan popular que su nombre se convirtió en la abreviatura de dieta: la gente decía que era "Banting" como razón de su abstinencia de alimentos ricos en carbohidratos. Sin embargo, como cualquier dieta restrictiva, planteaba un riesgo real de carencia de nutrientes.
33. La dieta macrobiótica
Los defensores de algunas dietas afirman que tienen diversos beneficios para la salud, a pesar de que las pruebas que las respaldan son escasas o nulas. Es el caso de la dieta macrobiótica popularizada en los años 30, que se basa en una dieta japonesa y que algunos dicen que es útil para las personas con cáncer. Sin embargo, aunque seguir una dieta equilibrada con cereales integrales, verduras y legumbres es siempre una buena idea, los expertos en cáncer advierten que no se debe confiar únicamente en la dieta como tratamiento. Además, como la dieta no contiene lácteos, puede suponer una carencia de nutrientes esenciales.
32. La dieta sirtfood
La dieta sirtfood aboga por comer una selección de alimentos -entre ellos col rizada, nueces, fresas, cebollas, chile, chocolate y vino tinto- destinados a potenciar las proteínas "SIRT" del organismo, que elevan los niveles de metabolismo y reducen la inflamación. El plan, creado en 2016 por dos nutricionistas del Reino Unido, Aidan Goggins y Glen Matten, consiste en beber un zumo verde cada día y seguir una dieta restringida en calorías. La dieta ganó popularidad cuando se relacionó con la famosa cantante Adele, que desde entonces ha dicho que nunca ha seguido el plan. Mientras tanto, los expertos afirman que no existe ninguna investigación específica que demuestre que los sirtfoods sean beneficiosos.
31. Zumo de apio
La moda dietética del zumo de apio fresco fue lanzada en 2018 por Anthony William, un influencer del bienestar afincado en Los Ángeles que se autodenomina "médium médico" y "creador de un movimiento mundial de zumo de apio", y afirma que beber medio litro o más de zumo de apio al día ayuda a perder peso, a combatir los problemas cutáneos y a aumentar los niveles de energía, entre otros supuestos beneficios para la salud. Pero, en realidad, no hay absolutamente ninguna prueba de que sea más o menos sano que cualquier otro zumo de verduras.
30. La dieta del Aleluya
A principios de la década de 1990, el reverendo estadounidense George Malkmus creó esta dieta bíblica, basada en consumir únicamente cosas que Adán y Eva podrían haber comido en el Jardín del Edén. La dieta, que recomienda comer mucha fruta y verdura, también aboga por el uso de suplementos de la empresa del reverendo (signo inequívoco de una dieta de moda). Aparte de todo lo demás, estamos bastante seguros de que Adán y Eva no habrían tenido acceso a ninguna tienda local de alimentos saludables para hacerse con pastillas potenciadoras de nutrientes.
29. La dieta "aléjate del pantano"
En 1727, el escritor Thomas Short observó que las personas con sobrepeso vivían a menudo cerca de pantanos. Publicó un tratado titulado Las causas y efectos de la corpulencia, en el que exponía que la única forma lógica de adelgazar era alejarse de cualquier pantano. Obviamente, en realidad no existe ninguna conexión entre los pantanos y el peso, pero hay algunas pruebas de que las personas que viven en zonas rurales se enfrentan a un mayor riesgo de obesidad.
28. La dieta del vinagre de Lord Byron
Al parecer, el poeta y político británico Lord Byron perdió una importante cantidad de peso entre 1806 y 1811, sobreviviendo a base de una dieta de galletas, agua de soda y grandes cantidades de vinagre. El vinagre de sidra de manzana sigue considerándose una ayuda para perder peso, pero no hay pruebas de que funcione. De hecho, beber grandes dosis de vinagre puede ser peligroso; Byron bebió tanto que tuvo problemas de estómago.
27. Ropa interior de goma
Los calzoncillos de goma fueron los Spanx del siglo XIX, con los que la gente esperaba contener sus partes flácidas y perder peso, todo gracias a la sudoración que provocaba el uso de esas prendas. Desgraciadamente, la pérdida de líquido solo provocaba una reducción temporal de peso, y los calzoncillos de goma sudorosos hacían que la piel fuera más vulnerable a las infecciones.
26. La dieta de "castidad"
La harina integral Graham debe su nombre al reverendo Sylvester Graham, defensor de la templanza y el vegetarianismo en el siglo XIX. También creía que el azúcar blanco, la harina refinada y las especias fomentaban los impulsos pasionales pecaminosos y que era mejor evitarlos. Es probable, pues, que le disgustara un poco que su legado perviva en el s'more, el dulce tradicional favorito de las hogueras de EE.UU. en el que se intercalan dos galletas Graham con una capa de malvavisco fundido y chocolate.
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25. La dieta de los copos de maíz
24. Arena caliente para "sudar la gota gorda"
23. La dieta de la leche
Bernarr Macfadden fue un culturista estadounidense que, en 1923, abogó por no consumir nada más que de ocho a doce pintas de leche al día (unos 3,78 a 5,7 litros) para estar en plena forma. Llegó a decir que, aunque era consciente de que seguir una dieta tan estricta basada en la leche dificultaría la participación en muchas actividades, era esencial cumplir el régimen si se querían ver resultados. Aunque la leche es, por supuesto, nutritiva, carece de vitamina C y fibra, y puede causar problemas digestivos a las personas con intolerancia a la lactosa.
22. La dieta inuit
El explorador sueco del Ártico de los años 30, Vilhjalmur Stefansson, creía que una dieta hipercalórica a base de grasa de ballena, caribú y pescado crudo era una gran idea, porque los inuits que vivían con esta dieta estaban delgados y sanos. Aunque esta dieta es rica en grasas omega-3 cardiosaludables, carece de fruta y verdura, e ignora el hecho de que el pueblo inuit está genéticamente adaptado a su dieta y quema muchas calorías debido a su estilo de vida activo.
21. Dieta Master Cleanse
La dieta Master Cleanse -una dieta líquida de 10 días en la que tomas una bebida parecida a la limonada, una bebida de agua salada y un té laxante de hierbas- empezó en la década de 1940. Sin embargo, por increíble que parezca, la siguen utilizando personas que quieren perder peso rápidamente. En una entrevista con Oprah, Beyoncé reveló que hizo la limpieza para adelgazar para su papel en la película Dreamgirls de 2006. Es probable que te haga perder peso porque es muy baja en calorías, pero carece de nutrientes y es imposible mantenerla a largo plazo.
20. La dieta de la sopa de col
La dieta de la sopa de col se hizo popular entre las amas de casa de los años 50 que querían perder peso rápidamente, y ha estado de moda y en desuso desde entonces. Las personas a dieta toman de tres a cuatro raciones de sopa de repollo al día, lo que llena el estómago, pero son frecuentes los efectos secundarios como la fatiga, el mareo y las flatulencias. La dieta es muy baja en calorías, por lo que perderás peso, pero comer solo sopa de col no te aportará suficientes proteínas ni energía para mantener una buena salud.
19. Masticar y escupir
En 1903, el dietista estadounidense Horace Fletcher se hizo conocido como el "Gran Masticador" gracias a su creencia de que masticar la comida durante 100 bocados por minuto haría perder peso, fortaleciendo a la persona, además de limitar la cantidad de comida consumida. También se animaba a los seguidores a escupir lo que quedara en la boca que no se hubiera convertido en líquido al terminar la masticación. ¡Qué asco!
18. La dieta del pomelo
Evidentemente, sustituir una comida por una pieza de fruta va a reducir tu ingesta de calorías y ayudarte a perder peso, pero sobrevivir con tan poco no es la más saludable de las soluciones. Popular en los años 70, la dieta del pomelo consiste en comer un pomelo en cada comida, a veces sin nada más. Curiosamente, las investigaciones han descubierto desde entonces que ciertos componentes del pomelo pueden tener un efecto beneficioso sobre los niveles de glucosa e insulina en sangre, al menos en ratones, y eso podría ayudar a prevenir la obesidad.
17. La dieta de las galletas de Hollywood
La dieta de las galletas de Hollywood se lanzó en 1974 y (algo sorprendente) sigue existiendo hoy en día. Lamentablemente, no es tan divertida como parece; las galletas no son tan sabrosas como las galletas de verdad, y además es difícil introducir suficiente fruta, verdura y otros nutrientes en tu dieta cuando comes principalmente galletas procesadas. Puede que pierdas peso, pero no tendrás una dieta equilibrada y sana.
16. La dieta infantil
La dieta de la comida para bebés saltó a los titulares en 2010, cuando se vinculó a un entrenador de famosos y a un montón de estrellas de Hollywood. Se rumoreaba que el plan dietético consistía en comer 14 raciones de puré de fruta y verdura a lo largo del día, más una comida "para adultos" por la noche. Puede que pierdas peso rápidamente con esta dieta hipocalórica, pero no obtendrás todos los nutrientes que necesita un adulto.
15. La dieta carnívora
La dieta carnívora, que consiste en suprimir todos los productos vegetales y comer únicamente productos animales (carne roja y blanca, pescado, huevos y lácteos) ha ido ganando popularidad en la década de 2020. Al parecer, Hugh Jackman siguió esta dieta para ponerse en forma para su papel en Lobezno, mientras que otros famosos relacionados con ella han sido Heidi Montag, Joe Rogan y James Blunt, este último quien, al parecer, desarrolló escorbuto tras dos meses siguiendo una dieta exclusivamente cárnica. Este plan de alimentación prescinde de importantes vitaminas y nutrientes de frutas y verduras, además de ser peligrosamente pobre en fibra. Estos factores podrían aumentar el riesgo de cáncer de colon, diabetes de tipo 2 y enfermedades cardiovasculares.
14. La dieta del león
La dieta del león, una tendencia masiva de TikTok en 2023, lleva la dieta carnívora un paso más allá: solo permite carne roja, sal y agua. La dieta de eliminación, que afirma ayudar a sanar el intestino, el cuerpo y el cerebro, fue creada originalmente por la podcaster Mikhaila Fuller, que afirma que seguirla le ha ayudado a aliviar sus numerosos problemas de salud. Sin embargo, los expertos advierten contra ella, afirmando que carece de nutrientes y fibra, es rica en grasas saturadas y puede provocar problemas de salud como colesterol alto y hemorroides.
13. Aplicar grasa de oca
El Diccionario de las Damas de Hannah Woolley era una guía para el ama de casa de la década de 1690, llena de recetas tanto de comida como de remedios caseros. También incluía consejos para adelgazar y recomendaba una práctica especialmente sucia. Woolley recomendaba aplicar cera, trementina y grasa de gansos y gallinas en las zonas que se deseaba adelgazar como método eficaz para perder peso.
12. La dieta de la Bella Durmiente
Se cree que los orígenes de la extraña y peligrosa Dieta de la Bella Durmiente -que, en términos sencillos, consiste en dormir para evitar comer- se remontan al bestseller de los años 60 El valle de las muñecas, de Jacqueline Susann, en el que un personaje acudía a una clínica suiza del sueño para perder peso. Preocupantemente, tomar somníferos y dormir mucho para evitar el hambre y la comida también ha sido una tendencia en los últimos años. Es una dieta que, según se dice, utilizó Elvis Presley, que incluso llegó a caer en un coma inducido para adelgazar.
11. La dieta de la última oportunidad
Las dietas líquidas se han puesto de moda una y otra vez a lo largo de la historia. Un ejemplo especialmente desagradable es la Dieta de la Última Oportunidad de 1976, que consistía en beber un producto llamado Prolinn. Esta "proteína líquida predigerida" estaba hecha de subproductos animales, como piel y tendones, y se suponía que debía beberse unas cuantas veces al día en pequeñas cantidades. El producto se retiró del mercado tras ser relacionado con varias muertes.
10. La dieta de la tenia
9. Fumar para "reducir"
Si alguna vez hubo una dieta que debiera ir acompañada de una advertencia sanitaria, es ésta. En 1928, la marca de cigarrillos estadounidense Lucky Strike acuñó el eslogan "coge un Lucky en vez de un caramelo", animando a la gente a suprimir sus ansias de comer fumando en su lugar (esta foto muestra un cartel publicitario de los años 30).Continuaba aconsejando a la gente que "evitara los métodos perjudiciales para reducir" y disfrutara en cambio del delicioso sabor tostado de los Luckies como "una deliciosa alternativa a las cosas que te hacen engordar". Oh, las ventajas de la retrospectiva...
8. Anfetaminas
Durante la década de 1960, era frecuente tomar estimulantes para acelerar el metabolismo, y en 1970-71 se reveló que el 5% de las personas adultas de EE.UU. habían consumido anfetaminas en los últimos 12 meses. Las clínicas dietéticas, donde "médicos dietéticos" poco cualificados repartían la medicación altamente adictiva como si fueran caramelos, estaban por todas partes. Los efectos secundarios del consumo de anfetaminas incluyen ansiedad, dolores de cabeza y sequedad de boca.
7. Dieta Beverley Hills
Una dieta de moda ideada por la escritora Judy Mazel en los años 80. El plan de alimentación Beverley Hills solo permite fruta durante los 10 primeros días, hidratos de carbono a partir del día 11 y, por último, proteínas el día 19. Se basa en la noción no científica de que mezclar ciertos alimentos inhibe la digestión, y que la comida no digerida es lo que hace que la gente engorde. Es un completo disparate y también potencialmente peligroso, ya que ofrece una falta de nutrientes y solo 800-1.000 calorías al día.
6. La dieta del aire
En 2010, la revista femenina europea Grazia publicó en Francia un artículo que defendía la ridícula idea de no comer alimentos, sino olerlos. Se suponía que era una dieta en la que estaban incursionando todas las estrellas de la época, y consistía en preparar alimentos solo para deleitarse con su fragancia, con la esperanza de que saciara las ganas de comer. Era tan escandalosa que algunos sugirieron que tenía que ser una broma, sobre todo porque iba acompañada de una receta de sopa de agua, compuesta solo de agua y sal.
5. Dietas propias de la mujer
Las dietas y la pérdida de peso para mujeres fueron un gran negocio después de la Segunda Guerra Mundial, ya que la silueta deseada cambió hacia una forma más esbelta. Las revistas femeninas eran entusiastas defensoras de estas dietas, incluida la popular Woman's Own, que recomendó la friolera de 40 dietas diferentes entre 1966 y 1970 (muchas de las cuales se contradecían entre sí). Una de esas dietas consistía en ingerir entre 350 y 900 calorías diarias en forma de pequeños tomates y hasta seis huevos duros, que solo debían comerse cuando se tuviera hambre.
4. La dieta de hambre
Todos hemos oído hablar del recuento de calorías, pero esta dieta restrictiva existía mucho antes de que las calorías fueran algo. Escrita por el noble italiano Luigi Cornaro en 1558, La Vita Sobra (La vida sobria) defendía la inanición extrema como forma de perder peso y mejorar la salud. El propio autor adelgazó y vivió hasta los 102 años comiendo solo 342 g de comida y bebiendo 400 ml de vino al día. Las pruebas sugieren que los ratones viven más tiempo cuando se les alimenta con raciones de hambre, pero no se ha demostrado en humanos.
3. La dieta Kimkins
Heidi Kimberly 'Kimmer' Diaz fingió una pérdida de peso de 91 kg y ganó dinero con este plan de dieta fraudulento. La dieta Kimkins promueve un régimen extremadamente bajo en carbohidratos y aboga por comer tan solo 500 calorías al día, además de tomar laxantes. La peligrosa dieta llamó la atención en 2007 cuando apareció en la revista Woman's World. Posteriormente pidió disculpas.
2. Píldoras dietéticas con arsénico
La mayoría de los nutricionistas están de acuerdo en que las pastillas para adelgazar no son una forma saludable de controlar el peso. Tomar pastillas para acelerar el metabolismo se convirtió en una moda dietética en el siglo XIX. Sin embargo, sorprendentemente, muchas de estas pastillas aparentemente milagrosas contenían pequeñas cantidades de estricnina y arsénico, de las que los consumidores quizá no eran conscientes. La intoxicación crónica por arsénico provoca cáncer y enfermedades hepáticas.
1. Comer bolas de algodón
Esta tendencia mortal, que llamó la atención en 2013, es más un trastorno alimentario que un plan de dieta; en ella, quienes están desesperados por perder peso consumen bolas de algodón empapadas en zumo. Además de no aportar absolutamente ningún valor nutritivo, las bolas de algodón pueden provocar fácilmente asfixia o atascarse, provocando úlceras, gangrena y hemorragias intestinales.
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Última actualización por Laura Ellis.
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