Puede que la idea de cocinar pollo con Nutella, mojar patatas fritas en un batido o servir chocolate blanco con caviar no te atraiga al instante.

Sin embargo, a menudo hay una sencilla razón científica para explicar por qué estas extrañas y maravillosas combinaciones son, de hecho, deliciosas. Desde bistec y fresas hasta plátanos y mayonesa, aquí te revelamos las extrañas combinaciones de alimentos que hay que probar antes de juzgar.

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Hemos basado nuestra clasificación en lo insólita y sabrosa que es cada combinación, y en las opiniones de nuestro viajado (y bien alimentado) equipo. La lista es inevitablemente subjetiva.

Adaptado al español por Alba Mora Antoja, Redactora en Español para loveFOOD. Última actualización por Lottie Woodrow.

Esta sabrosa combinación, un popular aperitivo callejero que se disfruta en todo México, es una combinación perfecta. Añadir zumo de lima, chile y sal a la fruta tropical transforma completamente su sabor. La acidez resalta el dulzor natural del mango, la piña, la papaya y la sandía, e intensifica su sabor.

La Nutella y el pollo forman un maridaje inesperado, pero un adobo de chocolate y avellanas puede dar al pollo un acabado rico en frutos secos, que resiste bien las especias fuertes. De hecho, en 2019, un local de comida para llevar del Reino Unido llegó incluso a servir brochetas de pollo marinadas con Nutella y aromatizadas con comino, pimienta de cayena y zumo de limón. Mientras tanto, en la cocina sudamericana, el mole de pollo juega con sabores similares.

El arroz con kétchup es lo mejor entre las opciones de comida precocinada. El arroz sin nada puede resultar insípido, pero añadir kétchup le da un dulzor ácido y un sabor extra. Prueba a freír las sobras de arroz con cebolla, zanahorias y guisantes y un chorrito de kétchup, o dale un toque añadiendo un huevo frito, kimchi y salsa de soja.

Aunque suene raro, la mantequilla de cacahuete y la cebolla cruda combinan de maravilla en un sándwich, ya que la pasta de frutos secos necesita algo afilado, fresco o crujiente para cortar su rico espesor (por eso también la mermelada y las rodajas de manzana cruda combinan a la perfección).

Una combinación muy popular durante la Gran Depresión americana, el sabor de la cebolla cruda se suaviza con la mantequilla de cacahuete y no es ni de lejos tan potente como lo sería si se comiera sola.

Si eres fan de las galletas Oreo con leche y te gusta el chocolate con sabor a naranja, esta inusual combinación puede ser perfecta para ti. Al igual que la leche, el zumo de naranja ablanda la galleta, al tiempo que infunde al disco de chocolate negro una nota fresca, dulce y cítrica.

La combinación de mantequilla de cacahuete, plátano y beicon parece que no debería funcionar. Sin embargo, en un sándwich, el plátano dulce realza las notas saladas de la mantequilla de cacahuete, mientras que las lonchas de tocino crujiente aportan una capa extra de decadencia salada, crujiente y carnosa. También se conoce como sándwich Elvis, supuestamente el plato favorito del Rey del Rock and Roll (lo comía frito).

De forma similar, esta es una combinación cremosa que amarás u odiarás. Los sándwiches de plátano y mayonesa son una especialidad en el sur de Estados Unidos. Este suave sándwich lleva pan de molde con una gruesa capa de mayonesa y rodajas de plátano fresco. Gracias a la dulzura de la fruta y al sabor salado y picante de la mayonesa, es otra combinación dulce y salada que extrañamente funciona.

La leche con chocolate y la sal combinan perfectamente, en gran parte porque la sal realza e intensifica el sabor del chocolate. La combinación tiene la clásica dinámica dulce-salada, y la sal también hace que la bebida sea muy sabrosa, como las patatas fritas saladas, los cacahuetes y las patatas fritas. Prueba a añadir una pizca de sal a tu leche con chocolate, o ribetea un vaso de leche con chocolate con sal.

El chocolate y el vinagre son un maridaje que funciona en dos sentidos. En primer lugar, el vinagre balsámico con infusión de chocolate tiene un agradable aroma a cacao, con un toque de dulzor y un ligero amargor. Como resultado, resulta delicioso como un complemento para fruta fresca, rociado sobre postres con chocolate o goteado sobre helado.

El vinagre también se utiliza en muchas recetas de pasteles de chocolate sin huevo. Es un ácido que reacciona con el bicarbonato para producir dióxido de carbono, que hace que los pasteles suban.

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No deberías rechazar esta combinación hasta que la hayas probado. Este relleno de sándwich que suena tan extraño funciona porque los pepinillos jugosos y crujientes cortan la mantequilla de cacahuete pesada y pegajosa. Este improbable maridaje agridulce fue popular durante la Gran Depresión y solía servirse en charcuterías de todo Estados Unidos. Pruébalo tú mismo/a. Opta por pepinillos agridulces y salsa picante.

Puede que el pescado y el chocolate no suenen demasiado atractivos, pero prueba el atún con cacao en polvo y puede que te conviertas. Para degustar esta combinación en su mejor momento, deberás cubrir una baguette en rodajas con ventresca de atún, un chorrito de aceite de oliva y un poco de cacao 100 % rallado. El chocolate aporta notas amargas y de frutos secos, y el aceite de oliva da unidad al plato.

El café es un complemento brillante para carnes rojas como el pato. El café es ácido, lo que ayuda a ablandar la carne, y su rico sabor combina bien con el ingrediente salado. Para probar la idea, mezcla posos de café con especias como canela y pimienta para hacer un aliño embriagador y aromático. Si luego asas la carne, el aliño se caramelizará, formando una costra dulce, sabrosa y ligeramente amarga que ayuda a retener la humedad.

El contraste entre unas fresas suaves y dulces y un filete rico y suculento es un acierto absoluto. Seguramente habrás visto esta combinación en los menús de distintas formas, desde carpaccio con fresas en escabeche hasta filete con salsa de fresas. Si te apetece probarlo en casa, mezcla las fresas con un poco de vinagre balsámico y viértelas sobre el filete: las notas agrias y dulces cortarán de raíz la riqueza de la carne.

El aguacate y el chocolate parecen una pareja improbable, pero cuando se mezclan, forman un postre deliciosamente decadente. El aguacate es naturalmente cremoso y de sabor suave, y sirve de lienzo en blanco para el cacao en polvo. Una vez mezclados, no se nota el aguacate y puedes endulzar la mezcla con miel, sirope de arce o azúcar para obtener una mousse de chocolate sin gluten.

El Marmite (extracto de levadura para untar), pasta y queso puede parecer un plato para estudiantes sin dinero, pero está inspirado en un plato de la prolífica escritora gastronómica Anna del Conte. El Marmite actúa como una pastilla de caldo llena de umami cuando se derrite en mantequilla y un poco de agua de cocción de los espaguetis, creando una sabrosa salsa que resulta fantástica mezclada con la pasta y servida con abundante parmesano rallado por encima.

La remolacha añade una complejidad terrosa a los ricos pasteles y brownies de chocolate. El sabor principal sigue siendo el del chocolate, pero también hay sutiles notas de remolacha. Esta hortaliza de color púrpura también hace maravillas con la textura y el color del bizcocho, y hace que los pasteles de chocolate queden maravillosamente húmedos y oscuros y los brownies, densos y pegajosos.

Aunque a primera vista pueda parecer poco convencional, las combinaciones de fruta y queso son bastante habituales. La sandía y el queso feta son una combinación refrescante que se disfruta en toda Grecia, ya que la jugosidad de la fruta equilibra la salinidad del queso. Prepara esta sabrosa ensalada en casa mezclando sandía troceada, hojas frescas de menta o albahaca y queso feta desmenuzado.

Aunque normalmente asocies el romero con platos salados como sopas, guisos y carnes asadas, esta hierba también complementa de maravilla las bayas ácidas. El romero terroso ayuda a resaltar el dulzor de la baya y crea un acabado interesante. Utiliza esta combinación ganadora en postres, mermeladas y bebidas llenas de sabor.

Las fresas combinan bien con la albahaca porque la hierba tiene un sabor aromático y picante que complementa, pero no domina. Esta colorida combinación funciona bien en platos ligeros y veraniegos, como sorbetes, limonadas, bebidas afrutadas y pasteles, o incluso puedes probar a darle una vuelta de tuerca a la clásica ensalada caprese, con fresas, albahaca y mozzarella.

Dulce y salado es una combinación probada y comprobada, piensa en palomitas dulces y saladas, mantequilla de cacahuete y mermelada, jamón y piña. Pero la miel y la pizza es una combinación relativamente nueva, cada vez más popular en las pizzerías de todo el mundo. La miel dulce equilibra los sabores fuertes de los quesos ácidos, las carnes saladas y los ingredientes picantes.

El Marmite y el aguacate son deliciosos en una tostada, pero ¿has pensado alguna vez en comerlos juntos? Si no es así, deberías hacerlo. El Marmite combina bien con todo lo cremoso, desde la mantequilla al queso, así que añadir un aguacate no es muy diferente.

La fruta verde, por su parte, puede resultar insípida por sí sola, por lo que necesita algo salado y con mucho sabor, como el Marmite, para darle un poco de chispa. Los polos opuestos se unen para hacer una tostada equilibrada y satisfactoria.

El miso es una pasta de soja fermentada y ácida que probablemente estés acostumbrado a ver en platos salados como el ramen. Y aunque añade una deliciosa profundidad a los caldos y sopas, su sabor salado y umami también realza los alimentos dulces como el chocolate y el caramelo. Precisamente por eso, el helado de miso dorado se está convirtiendo rápidamente en uno de los favoritos de los restaurantes de todo el mundo: considéralo una versión más compleja del fenómeno del caramelo salado.

Puede que la idea de rociar sriracha sobre mantequilla de cacahuete en un sándwich te parezca horrorosa. Sin embargo, la suave pasta para untar suaviza brillantemente la salsa picante. Los sabores son muy parecidos a los de la cocina tailandesa, donde muchos platos contienen chile y cacahuetes. Es fácil hacer en casa una salsa rápida de inspiración tailandesa mezclando mantequilla de cacahuete, salsa de soja, aceite de sésamo, sriracha y un chorrito de zumo de lima.

Emparejar ramen instantáneo y queso americano no debería funcionar, pero realmente lo hace. El caldo caliente derrite el queso para crear una cremosa sopa de fideos. Puede que no sea lo tradicional, pero es una receta rápida, reconfortante y sorprendentemente deliciosa. Da rienda suelta a tu imaginación cambiando otros quesos, como el Cheddar, o añadiendo ingredientes como sriracha, ajo, champiñones y cebolla.

A los/as cocineros/as, les encanta añadir pimienta negra a los postres afrutados porque aporta un sutil toque picante al plato, a la vez que realza el sabor de la fruta. El truco funciona bien con frutas ácidas como las fresas, las piñas y las ciruelas ácidas. También es ideal en postres en los que la fruta está caramelizada, ya que suaviza la pimienta negra.

El beicon y la mermelada no son seguramente dos ingredientes que optarías por poner juntas, pero deberías probarlo. Con esta combinación, hay que cocer el beicon hasta que quede crujiente y salado, y luego combinarlo con azúcar, vinagre, cebolla y pimienta de cayena para hacer una mermelada espesa y pegajosa. Es como tocino confitado, pero para untar.

El maridaje de cacao y chile se remonta a la época azteca y muchos/as cocineros/as siguen añadiendo hoy unos cuadraditos de chocolate negro a platos como el chili con carne. El chocolate da profundidad a la salsa y equilibra la acidez de los tomates. Otra opción es añadir chile al chocolate para beber. El sabor cremoso y dulce del chocolate combina bien con el sutil picante del chile.

A algunas personas a quienes les gusta la comida rápida, les encanta mojar patatas fritas en su batido. Para otras, es una idea horrible. En realidad, esta combinación funciona por la dinámica dulce y salada, caliente y fría. Los contrastes se equilibran y excitan las papilas gustativas de forma similar al helado frito y el affogato. Las patatas fritas también se convierten en una herramienta útil para recoger el helado cuando es demasiado espeso para chuparlo con una pajita. En 2016, McDonald’s incluso aprobó el truco preguntando a sus seguidores de Facebook: "¿Cuál es tu sabor favorito para mojar tus patatas fritas?".

La mantequilla de cacahuete en hamburguesas es una combinación sorprendente, pero cuando piensas en la salsa satay utilizada como complemento, tiene más sentido. La pasta para untar añade una riqueza de frutos secos a la hamburguesa y combina especialmente bien con el chipotle, el queso cheddar y el beicon. También se derrite sobre la hamburguesa caliente, creando una magnífica salsa pegajosa. Asegúrate de tener una servilleta a mano cuando la pruebes.

¿Te has cansado de las manzanas recubiertas de canela? Salte de tu combinación habitual para el desayuno y añade a tus rodajas de manzana una pizca de sal marina y pimienta negra molida. El condimento ayuda a equilibrar la acidez de la manzana y te ofrece una combinación salada y picante difícil de rechazar.

Quizás te parezca una idea horrible, pero se trata de una delicia tradicional portuguesa. Las aceitunas negras curadas y picadas se combinan con ralladura de naranja para hacer unas galletas ligeramente saladas, ligeramente dulces y fragantes. El sabor de las aceitunas saladas y terrosas contrasta con la ralladura de naranja para crear algo realmente sabroso. Las galletas suelen comerse como acompañamiento del té y a menudo se sirven con sorbete de limón o helado de vainilla.

Puede que seas escéptico/a respecto a las fresas y el vinagre balsámico, pero este inteligente maridaje realmente hace brillar a las fresas. El vinagre balsámico, fuerte y almibarado, intensifica el sabor de la delicada fruta, haciéndola aún más dulce. En cambio, los maridajes tradicionales, como el chocolate y la nata, pueden enmascarar las intrincadas notas a bayas de las fresas.

El caviar salado realza los sabores cremosos del chocolate blanco. Sin embargo, se trata de una combinación interesante, ya que ambos alimentos contienen altos niveles de aminas (un tipo de proteína similar a las que se encuentran en las carnes y los quesos), lo que contribuye a que esta mezcla sea especialmente sabrosa. Preparar este tentempié será caro, ya que necesitarás caviar de verdad, pero se dice que merece la pena el sabor del chocolate blanco derritiéndose mientras deja atrás los intensos sabores del caviar.

El aceite de oliva, la sal marina y el helado combinan perfectamente para hacer un postre inesperadamente celestial. Los sabores herbáceos y afrutados del aceite de oliva, más una pizca de sal marina, realzan la riqueza del helado. Pruébalo en casa rociando aceite de oliva virgen extra sobre helado de vainilla de buena calidad y terminando con una pizca de sal en escamas.

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