La afición de Donald Trump a la comida rápida, y especialmente a todo lo que proviene de cierto par de arcos dorados, está bien documentada. En su reciente gira por Ohio, donde visitó el lugar donde se descarriló un tren en el pueblo de Palestina Oriental, el expresidente estadounidense no pudo resistirse a parar en su cadena de comida rápida favorita. Tampoco pudo resistirse a presumir de sus amplios conocimientos del menú de McDonald's, diciéndole a los cajeros: "Conozco este menú mejor que tú. Probablemente lo conozco mejor que nadie aquí". Se ganó a todos los clientes, entre los que había bomberos, policías y miembros de su propio séquito, al pagar las comidas de todos. 

Adaptado al español por María J. Arabia, Editora de sindicación en Español para loveFOOD.

El ex presidente suele comer, con bastante frecuencia, comida de la famosa cadena de la M amarilla. De hecho, se cree que McDonald's es uno de sus restaurantes de comida rápida favoritos (una vez protagonizó un anuncio para ellos). Su pedido suele contener un clásico, como un Big Mac o un Quarter Pounder, con una guarnición de patatas fritas. Eso sí: a Trump no le gustan los pepinillos, y siempre insiste en que se los quiten.

Aunque no ha llegado a países como España, Wendy's es una cadena de comida rápida muy popular en Estados Unidos. Wendy's es otro de los restaurantes favoritos de Trump, quizá en parte porque Nelson Peltz, copropietario de Wendy's, ha hecho generosas donaciones a las campañas políticas de Trump. Trump también afirma que prefiere comer en cadenas conocidas como Wendy's a hacerlo en restaurantes independientes porque teme intoxicarse con la comida.   

Parece que Pizza Hut ocupa desde hace tiempo un lugar en el corazón (o la barriga) del expresidente. En 1995, Trump incluso protagonizó un anuncio para promocionar la famosa masa rellena de queso de Pizza Hut. En la vida real, sin embargo, a Trump sólo le gusta comerse el queso y los ingredientes, dejando la corteza (rellena o no) e incluso la base. Como no le gusta ensuciarse las manos con la comida, Trump también se come la pizza con cuchillo y tenedor. 

Un día en la Casa Blanca puede ser muy largo y, tradicionalmente, todos los presidentes han recurrido a los refrigerios para sobrellevar la jornada. Al parecer, el paquete preferido de Trump son los Doritos, y se dice que la cocina de la Casa Blanca estaba bien surtida de estas botanas estilo nacho durante su mandato. Por el contrario, Barack Obama merendaba sanamente, comiendo manzanas y almendras, y se rumora que a Joe Biden le gustan un buen sándwich de carne y los dulces. 

Mientras la Casa Blanca se preparaba para la llegada de Trump en el 2017, hicieron un enorme pedido de papas fritas Lay's. Ahora que ha dejado el cargo, sigue disfrutando de un paquete de Lay's cada vez que puede. Al parecer, el ex-presidente tiene su avión privado repleto de Lay's para tenerlos siempre a mano. 

Oreo y Trump parecen tener una relación de amor-odio. Durante su campaña presidencial de 2016, los armarios de su avión privado estaban repletos de estas galletas de chocolate, según los ex asesores de campaña Corey Lewandowski y David Bossie. Sin embargo, justo un año antes Trump había dicho que boicotearía Oreo debido a la decisión de la marca de trasladar su producción a México. 

También se dice que Trump es un gran fan de las galletas Vienna Fingers de Keebler. Son bastante parecidas a las Oreo en cuanto a su diseño de crema y galleta (aunque sin el chocolate), así que quizá Trump tenga especial debilidad por las galletas tipo sándwich. 

No cabe duda de que a Trump le gustan los dulces, y See's Candies –conocida por sus cajas de chocolatinas y turrones de maní – es otra de sus marcas favoritas. La marca ha sido valorada por Trump desde hace tiempo y fue el socio benéfico del programa de televisión de Trump, The Apprentice, en el 2015. 

A Trump le gusta masticar la marca de caramelos Starburst. Sin embargo, dicen que sólo le gustan los sabores de color rojo y rosa (por suerte, Starburst ha lanzado paquetes de caramelos "sólo rojos"). Este inocente caramelo se vio envuelto en un altercado político entre Trump y Angela Merkel (entonces canciller de Alemania) en junio de 2018. Mientras representaba a EE. UU. en la Cumbre del G7 en Canadá, Trump supuestamente lanzó dos caramelos Starburst a Merkel, diciendo: "Toma, Angela, no digas que nunca te doy nada". 

El helado de cereza y vainilla es el sabor favorito de Trump, según una entrevista concedida en 2010 a la revista US Weekly. Como tal, este sabor ha figurado en el menú de varios eventos importantes, incluida la cena de celebración de la toma de posesión de Trump. También se sirvió – junto con una torta– al líder norcoreano Kim Jong-un durante la cumbre entre Estados Unidos y Corea del Norte en 2018. 

A Trump le gusta tanto la Coca-Cola Light que, en un momento dado, se dice que llegó a beber hasta 12 latas al día e hizo instalar un botón para pedir Coca-Cola Light en el Despacho Oval durante su estancia en la Casa Blanca. Sin embargo, desde entonces ha boicoteado públicamente Diet Coke debido a las críticas de Coca-Cola a las restrictivas leyes electorales de Georgia. 

Se dice que el expresidente ayuna por las mañanas, por lo que los platos de desayuno no suelen estar en el menú de la casa Trump. Sin embargo, se dice que los días en que decide darse un capricho matutino, disfruta un desayuno clásico: huevos con beicon. El beicon siempre debe estar a término medio y, se rumora que, exige que los huevos se sirvan muy bien cocidos, la clara debe estar frita por ambos lados y la yema completamente sólida. 

Trump es un gran aficionado al pastel de carne, lo que podría deberse en parte a la herencia alemana de su padre. Para el expresidente, este es el relleno perfecto para un sándwich.  En 2005, Trump apareció junto a su esposa Melania en el programa de televisión de Martha Stewart para hacer una demostración de cómo preparar sándwiches de pastel de carne, y confirmó que estos eran sus favoritos. 

La dieta de Trump ya es bastante rica en carne de res, debido a todas las hamburguesas que parece consumir, pero aún le queda sitio para un filete. A los puristas (y a los chefs) seguro no les va a gustar el hecho de que Trump prefiere su carne muy hecha y que en vez de acompañar su filete con salsas clásicas como la bearnesa Trump prefiere comerlo con ketchup. De hecho, le gusta la carne tan dura y masticable que, según le dijo su antiguo mayordomo al New York Times, "le gustaba la carne tan bien hecha que su filete se mecía en el plato". 

Aunque no le gusta desayunar, a Trump le gustan los cereales estadounidenses, sobre todo los que son a base de maíz. De hecho, le gustan tanto que se refirió a su amor por el cereal durante su campaña electoral en Iowa, un estado que produce muchos de los cereales más populares. En la entrevista, con Fox News, dijo: "Ya sabes, los cereales tipo Cornflakes, Raisin Bran. Tiene que venir directamente de los campos de Iowa". 

A Trump también le gustan los mariscos, sobre todo el cangrejo, las gambas y prácticamente cualquier cosa que se pueda servir en forma de sándwich. El famoso cóctel de camarones se ha colado en el menú de aperitivos de la Casa Blanca en varias ocasiones. En cuanto a la comida rápida, su producto favorito de todos los tiempos de McDonald's es el Filet-O-Fish. 

Los huevos y el beicon son los ingredientes del desayuno preferido de Trump en las pocas ocasiones en que este come por las mañanas. Así que, como era de esperar, se le conoce por disfrutar de un Egg McMuffin de su querido McDonald's de vez en cuando. Los McMuffins estuvieron presentes en la campaña de Trump en 2016: su guardaespaldas corría a los arcos dorados a aprovisionarse por las mañanas, según reportó Politico. 

Trump ha sido visto disfrutando de un taco bowl de su propio restaurante Trump Grill, dentro de la Torre Trump de Nueva York. Como de costumbre, esto no está exento de polémica. El expresidente publicó en Twitter una foto en la que aparece comiendo un taco. "¡Feliz #CincoDeMayo! Los mejores taco bowls se hacen en Trump Tower Grill. Me encantan los hispanos", dijo. Como es lógico, la gente se indignó por el comentario y le acusó de insensibilidad cultural. 

Sabemos que Trump es goloso, y la torta de chocolate es uno de sus postres favoritos. De hecho, le sirvió una tajada de pastel al presidente chino Xi Jinping mientras discutían sobre los ataques aéreos estadounidenses en Siria en 2017. "Es hora de tomar el postre. Y de repente, teníamos el trozo de torta de chocolate más bonito que jamás hayas visto frente a nosotros y el presidente Xi lo estaba disfrutando", dijo Trump en una entrevista con Fox Business. 

Como sabemos, Trump es un gran fan de las hamburguesas, y esto también incluye la icónica Whopper de Burger King. Sin embargo, su decisión de servirle Whoppers junto a comida rápida de McDonald's, Wendy's y Domino's a los campeones nacionales de fútbol universitario, los Clemson Tigers, metió a Trump en un lío. Algunos le acusaron de no respetar los estrictos requisitos dietéticos de los atletas

Trump no es de los que rehúyen las cadenas de restaurantes, y se le ha visto cenando en la pizzería Famous Famiglia, que tiene establecimientos en todo Estados Unidos y en todo el mundo. Su aparición más destacada fue en 2011 en una sucursal de Nueva York, donde cenó con la también republicana Sarah Palin. Se informó de que compartieron una pizza de queso y pepperoni. Y, sí, se la comieron con cuchillo y tenedor. 

Durante su campaña electoral de 2016, Trump hizo una parada en Red Arrow Diner, en Manchester, Nuevo Hampshire, y pidió una versión diferente de su habitual hamburguesa con papas fritas. Al parecer, pidió una Newton Burger, una hamburguesa cubierta con una croqueta de macarrones con queso servida entre dos sándwiches de queso. Según los informes, también fue abucheado por otros clientes que no estaban muy contentos con su aparición en su restaurante local. 

Trump prefiere las salsas más cremosas cuando se trata de aliñar sus ensaladas. Por eso, en las ocasiones en que come ensalada, siempre lo hace con aderezo Mil Islas, según la revista Time. Incluso cuando a los invitados de la Casa Blanca se les servía una vinagreta, Trump siempre solicitaba aderezo Mil Islas. Quizá por eso le gusta tanto el cóctel de camarones. 

El menú del día de la inauguración tiende a ser muy importante, ya que suelen mostrar una selección de platos elegida por el presidente. Trump eligió langosta de Maine, lo que tiene sentido dado su amor por la comida de mar. Junto a la langosta, los comensales también fueron servidos filete (esperemos que no demasiado hecho) y de postre, soufflé. 

Melania, la esposa de Trump, es muy buena cocinera, según el propio expresidente. Al parecer, uno de sus mejores platos son los espaguetis con salsa de carne, por lo que podemos suponer que los espaguetis se encuentran entre los alimentos que Trump disfruta comiendo. Sin embargo, teniendo en cuenta que Trump viaja mucho, quizá los espaguetis de Melania no son algo que come con tanta frecuencia como los productos de sus adoradas cadenas de comida rápida. 

Sí, así es: otra hamburguesería más. Podemos suponer sin temor a equivocarnos que las hamburguesas son uno de los alimentos favoritos de Trump. Se sabe que el expresidente cenaba frecuentemente en Jackson Hole Burgers durante su estancia en Nueva York. El restaurante suele servir hamburguesas clásicas acompañadas de una gran variedad de papas fritas, lo que le viene como anillo al dedo a Trump. 

La dieta de comida rápida de Trump ha fascinado a muchos, pero las fuentes insisten en que el expresidente también come otras cosas además de hamburguesas, y la ensalada Cobb es una de sus favoritas. Un informante habría declarado al sitio web de noticias estadounidense Axios: "Él come verduras... cosas como una ensalada Cobb". Sin embargo, no es la más verde de las ensaladas: una Cobb clásica incluye queso, pavo, tocineta, tomates, lechuga y aguacate, lo que quizá explique por qué atrae a las papilas gustativas de Trump. 

KFC es otra gran marca que parece encantar a Trump. Se le ha visto en varias ocasiones comiendo una cubeta de la famosa receta secreta de pollo del coronel. Sin embargo, Trump no se toma al pie de la letra el eslogan de KFC "Para chuparse los dedos", sino que prefiere comer con cuchillo y tenedor.

Los batidos son muy populares entre el ex presidente, sobre todo los de chocolate. De hecho, son habituales en sus pedidos a McDonald's y también han protagonizado uno de sus característicos momentos polémicos. Se dice que, durante su mandato, Trump interrumpió una sesión informativa clasificada sobre Afganistán para hacer un pedido de batidos, lo que escandalizó a las agencias de inteligencia.

Como ya se ha dicho, el pedido por excelencia de Trump a McDonald's es el Filete de Pescado, que él llama "Delicia de Pescado". Al parecer, las personas cercanas al ex presidente sabían que se estaba recuperando bien de la COVID-19 en octubre de 2020 porque hizo su pedido habitual a McDonald's. "Supe que se encontraba mejor cuando pidió una de sus comidas favoritas", escribe su ex asesor principal, Jared Kushner, en sus memorias.

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