¿Haces esto mientras cocinas? 30 hábitos peligrosos para tu salud
Los peores hábitos de cocina
Desde destrozar sartenes antiadherentes con utensilios de metal hasta adivinar cantidades y leer recetas a medias, los malos hábitos en la cocina pueden fácilmente resultar en un desastre culinario. Mientras que algunos errores se reducen a la impaciencia y la pereza, otros son francamente peligrosos y deben evitarse a toda costa. Estos son algunos de los peores hábitos de cocina.
Haz clic o desliza por nuestra galería para descubrir 30 malos hábitos culinarios que deberías dejar de hacer.
Adaptado al español por María J. Arabia, Editora de sindicación en Español para loveFOOD.
No leer la receta correctamente
Preparaste los ingredientes para una receta que has estado ansioso por probar, comienzas a leer los pasos y te das cuenta de repente que debiste marinar la carne durante al menos dos horas, o algo por el estilo. En este punto las posibilidades de improvisar son pocas, especialmente si esperas huéspedes o no estás dispuesto a comer horas más tarde de lo planeado. Antes de comprar los ingredientes, asegúrate de leer todos los pasos de la receta, no solo la lista de ingredientes, así podrás planear con tiempo suficiente.
Abrir la puerta del horno a mitad de la cocción
La impaciencia es la causa principal de muchas pesadillas en la cocina, especialmente cuando se trata de la temperatura del horno y la cocción. Es natural querer ver cómo suben tus pasteles, pero cada vez que abres la puerta, el horno se enfría y la temperatura tarda en volver a subir. Esto no solo es ineficiente, si no que alarga el tiempo de cocción. También significa que una variedad de preparaciones, desde merengues hasta pan, pueden fallar por completo.
No calentar la sartén lo suficiente antes de cocinar
Una sartén caliente sella la carne adecuadamente, caramelizándola y dorándola, lo que mejora tanto la apariencia de la carne como la complejidad de su sabor. No calentar la sartén lo suficiente significa perder todo ese potencial. De hecho, esto aplica para la mayoría de los alimentos. Hay muy pocos alimentos que se beneficien de iniciar su cocción en una sartén fría.
Llenar de más la sartén
Esto también aplica para cocinar en el wok. Gran parte de lo que buscamos al freír es agregar color y cocinar los alimentos de manera uniforme y completa. Llenar la sartén con ingredientes no solo significa que algunos no tocarán el fondo, sino que además algunos se cocinarán al vapor o hervirán en su propio jugo. Está bien si quieres comida al vapor, pero no si lo que buscas es desarrollar ese sabor único que se adquiere al dorar los alimentos.
Adivinar las cantidades
"Un poco de esto y un poco de aquello" puede funcionar bien en muchos platos salados. Pero este enfoque de no medir los ingredientes no funciona a la hora de hornear, de hecho, lo más probable es que tu plato falle por completo. Hay una razón por la que la mayoría de las recetas se prueban muchas veces antes de publicarse: ser riguroso con las cantidades es esencial para garantizar que todo funcione. Hornear panes y pasteles es una ciencia muy específica, especialmente cuando se trata de mezclar ingredientes que reaccionan entre sí.
Subestimar la lentitud con la que se cocina en una olla de cocción lenta
La mayoría de las recetas para la olla de cocción lenta se divide en cocción a temperatura alta o baja, pero incluso las recetas más rápidas cocinadas a temperatura alta aún tomarán al menos dos horas (y si el plato incluye carne, pueden incluso ser cuatro horas más). Para aprovechar al máximo tu olla de cocción lenta, lo mejor es ser paciente y no apresurar la cocción.
Usar agua hirviendo para preparar café y té
Es una regla poco conocida que el té y el café no se deben cocinar en agua hirviendo. Cuando el agua está muy caliente, quema el café y las hojas de té, lo que resulta en una bebida con notas amargas. Usar agua ligeramente por debajo del punto de ebullición resulta en una infusión mucho más delicada y sabrosa. La Asociación Nacional del Café en Estados Unidos recomienda utilizar agua a una temperatura entre 90°C - 96°C para preparar el café.
No sazonar lo suficiente durante la cocción
Ya sea agregando sal al agua hirviendo para la pasta o pimienta a un rico guiso, sazonar durante la cocción es más importante de lo que parece. Cuando hablamos de sazonar, nos referimos principalmente a la sal y la pimienta, ya que ambos son condimentos esenciales a la hora de equilibrar un plato, pero también a las hierbas y especias utilizadas en cada receta, que agregan otros sabores al platillo. Muchas veces los concursantes de programas de cocina fallan, simplemente porque no condimentaron sus platos correctamente.
Asar los alimentos cuando las llamas están ardiendo
El sol brilla y es hora de sacar el asador, pero a menudo nos afanamos y arrojamos la carne a la parrilla demasiado pronto mientras las brasas todavía están provocando llamas masivas. ¿El resultado? La carne, y las verduras rápidamente se queman por fuera, pero quedan crudas por dentro. Es mucho mejor esperar a que las llamas disminuyan y asar los alimentos con el calor residual de las brasas calientes.
No lavar las frutas y verduras
A menudo olvidamos lavar frutas y verduras. Pero es una buena práctica lavar todo, enjuagando cualquier pesticida, bacteria y mugre, reduciendo las posibilidades de enfermarnos. También hace que sea mucho menos probable que alguna oruga o cualquier otro insecto terminen accidentalmente en nuestra ensalada.
Lavar pollo y otras carnes crudas
La necesidad de lavar la carne cruda, como el pollo o el pavo, es una noción anticuada e innecesaria. Enjuagar la carne solo consigue salpicar bacterias por toda la cocina, el fregadero, los paños y los utensilios. Los profesionales de la salud recomiendan evitarlo. Lo mejor es preparar los alimentos siguiendo buenas prácticas de higiene básica y cocinar el pollo a la temperatura adecuada para evitar la contaminación.
Desperdiciar comida perfectamente buena
Es importante no confundir las fechas de consumo recomendado con las fechas de caducidad: la primera es simplemente una guía, mientras que debes tener cuidado con la segunda. El desperdicio de alimentos es un gran problema en todo el mundo: no solo es moralmente cuestionable, sino que significa que estamos pagando por alimentos que no comemos, lo que tampoco tiene mucho sentido. Además, hay innumerables formas de usar los alimentos que ya han pasado su mejor momento. Hoy en día hay muchas ideas increíbles para rescatar alimentos que normalmente tirarías.
No probar el plato mientras lo cocinas
Por alguna razón, esto rara vez es un problema al hornear galletas (aun cuando se supone que no debemos comer la masa), pero cuando cocinamos otros platos no siempre probamos a medida que cocinamos. Sin probar la salsa de un curry, ¿cómo sabes si es lo suficientemente picante? ¿Cómo sabes si debes agregar más sal? ¿Qué tal si una salsa necesita un poco de acidez o dulzor? Es posible que tengas suerte al cocinar platos familiares que conoces de memoria, pero si estás probando algo nuevo, es esencial que los pruebes a medida que cocinas.
Lamer la cuchara que estás usando para cocinar
Podría estar bien si solo cocinas para ti, pero si cocinas para otros, es simplemente antihigiénico. Si deseas probar el plato que estás haciendo, usa una cuchara diferente y nunca la sumerjas dos veces: lávala tan pronto como haya estado en tu boca o usa una nueva.
Usar hierbas y especias viejas
Todos tenemos una gran variedad de hierbas y especias que no siempre ven la luz del día, lo que significa que cuando salen no siempre están en las mejores condiciones. Si una mezcla de especias sale del frasco en un bulto sólido, tírala. Usa hierbas frescas cuando puedas, y compra tus especies en pequeñas cantidades para obtener el máximo sabor.
Cocinar los mismos platos una y otra vez
Es un hecho que se necesita más tiempo para cocinar una comida de una nueva receta, sobre todo porque generalmente necesitas comprar ingredientes que aún no tienes. Tal vez no eres un cocinero seguro de ti mismo o tienes comensales especialmente quisquillosos en la familia. Cualquiera que sea la razón, es fácil seguir con lo que sabes, pero eso solo quiere decir que te perderás de una gran cantidad de platos nuevos que podrían ser geniales, si los hubieras probado.
Usar utensilios metálicos en sartenes antiadherentes
Las sartenes antiadherentes son realmente increíbles. Son más fáciles de usar para cocinar, servir y limpiar, y un regalo del cielo para hacer platos como huevos y pescado, que se pegan fácilmente. También son excepcionales si quieres cocinar comidas más saludables, usando menos grasa como aceite o mantequilla. Sin embargo, hay una forma muy rápida de arruinarlos: los utensilios de metal destrozan la capa antiadherente, acortando rápidamente la vida útil de la sartén. Consigue unas cuantas espátulas de nylon, silicona o madera, para tener a mano cada vez que cocines.
Usar aceite de oliva extra virgen para freír
El aceite de oliva extra virgen tiene un punto de humo más bajo que otros tipos de aceite, por lo que, si bien este material de alta calidad sabe muy bien sobre una ensalada, es inútil a la hora de freír e incluso puede llegar a ser nocivo. Para fritar, usa aceites con un punto de humo más alto, como el aceite de canola o el de girasol.
No dejar reposar la carne antes de servir
Nuevamente esa tendencia a la impaciencia. Dorar una chuleta de cerdo o cordero añade mucho sabor, pero también tensa la carne. Para obtener los mejores resultados, retira la carne del sartén o del horno una vez cocinada, cúbrela con papel de aluminio y déjala reposar durante unos 10 minutos. En ese tiempo la carne se relajará y los jugos se redistribuirán uniformemente en su interior. También evitará que los filetes cocinados a medio punto se desangren en el plato.
Usar cuchillos sin filo
Los cuchillos sin filo no solo requieren más esfuerzo para lograr el mismo efecto que un cuchillo afilado, sino que también dificultan cortar de forma pareja. Con un cuchillo sin filo, cuanta más presión apliques, más probabilidades tendrás de lesionarte. Al contrario de lo que algunos creen, un cuchillo afilado es en realidad un cuchillo más seguro, ya que tendrás mucho más control y precisión sobre los cortes que está haciendo.
Agitar demasiado el sartén mientras cocinas
Muchos alimentos se benefician del contacto con el fondo del sartén para obtener sabor y color. Pero batir constantemente los ingredientes con una cuchara de madera les priva de ese contacto, por lo que es más probable que termines con una papilla sin forma. Deja freír los ingredientes y cuando estén listos, usa el sartén para mezclarlos. Dominar esta técnica tomará algún tiempo, pero es la mejor forma de hacerlo. Levanta el sartén en un ligero ángulo, empújalo hacia el frente y luego vuelve a subirlo en un movimiento circular.
Cocinar la carne directamente de la nevera
Es un error que todos cometemos, principalmente porque olvidamos sacar la carne con tiempo. Sacar las carnes crudas de la nevera y ponerlas directamente en el sartén significa que el riesgo de que la carne esté demasiado cocida por fuera y aún cruda en el medio es más alto. Lo mejor es sacar la carne de la nevera aproximadamente media hora antes de cocinarla, dependiendo de su tamaño, para que pueda alcanzar la temperatura ambiente.
Dejar la mantequilla descubierta
La mantequilla absorbe los olores rápidamente, así que captará el sabor de cualquier cosa con un fuerte aroma que este en la nevera. Para evitar esto, refrigera la mantequilla en su empaque original dentro de una bolsa de plástico resellable o usa un plato de mantequilla cubierto.
Pre-cocinar las láminas de lasaña
A pesar de que la mayoría de nosotros somos cocineros impacientes que a menudo quieren cocinar más rápido, por alguna razón, muchos deciden agregar el paso innecesario de pre-cocinar las láminas de lasaña. Algunos insisten que es esencial, sin embargo, si tienes suficiente salsa en tu lasaña para cubrir la pasta y la horneas durante al menos 20 minutos, las láminas se cocerán en el horno. Si las cocinas antes corres el riesgo de cocinar en exceso la pasta y convertirla en un desastre.
Usar la misma tabla de cortar o cuchillo para carne y verduras crudas
Claro, es posible que vayan en el mismo sartén, pero debes tener una tabla de picar separada para la carne cruda, para que los alimentos no sean víctimas de contaminación cruzada. La carne cruda o poco cocida es una de las principales causas de intoxicación alimentaria y tener diferentes tablas de cortar y cuchillos para verduras y carne reducirá el riesgo de contaminación. Asegúrate de darle a la tabla de cortar y cuchillos una limpieza extremadamente buena después de que toquen la carne cruda.
Dejar que tus animales se acerquen a la comida
¿Sabes dónde han estado las patas de tu gato todo el día? No dejes que tu gato, perro o cualquier otro animal camine sobre la mesa o la superficie de la cocina y no dejes que lama los productos o los utensilios de cocina si quieres evitar las bacterias.
No limpiar las superficies después de cocinar
Esto es especialmente importante si has preparado y cocinado carne cruda, pero generalmente es un buen hábito. Desinfecta las superficies después de cocinarlas cada vez y límpialas para evitar que las bacterias se propaguen. La falta de migas, azúcar y otros trozos de comida en tus mostradores también mantendrá a raya las plagas como hormigas y moscas. Lo mismo ocurre con las esponjas que empiezan a oler un poco. Cambie sus esponjas y paños de cocina con regularidad para que no absorban bacterias y las propaguen por toda la cocina. Descubre cómo rescatar sartenes quemadas y otros consejos de limpieza aquí.
No mantener la carne alejada de la comida vegetariana
Cualquiera que haya cocinado para un vegetariano o vegano se encontrará, en algún momento, mirando dos cucharas de madera idénticas tratando de recordar cuál estaba revolviendo la sartén de carne y cuál la sartén vegetariana. A veces reemplazamos ambas cucharas para evitar mezclar las comidas, pero otras veces al comprobar que nadie está mirando tomamos el riesgo y lo dejamos al azar. Simplemente no lo hagas.
Colocar sartenes antiadherentes en el lavavajillas
Pueden decir que son aptos para el lavavajillas, pero las altas temperaturas y los productos químicos de limpieza fuertes comenzarán a desgastar el recubrimiento antiadherente de tus sartenes y tendrás que reemplazarlos mucho antes de lo que te gustaría. Solo limítate a lavarlos a mano.
Usar el cuchillo incorrecto
Uno de los mayores errores que cometen los cocineros caseros es no usar el cuchillo adecuado y solo usar uno para todo. Un cuchillo dentado es perfecto para cortar pan, pero también es bueno para cortar productos blandos como tomates y fresas, y para cortar alimentos más grandes y resistentes. Los cuchillos para pelar son ideales para trabajos delicados como pelar, quitar semillas y desvenar camarones, mientras que un cuchillo de chef de buena calidad es perfecto para cortar y rebanar.
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