El pan es uno de los alimentos básicos más antiguos del mundo. Solo en Europa, hay cientos de tipos y recetas que varían según el país, la cultura y la región. Los panes planos, los panes de centeno y las masas fermentadas forman parte del rico mosaico de delicias panificadas que se pueden encontrar en todo el continente.
Para que se te haga la boca agua, hemos recopilado los mejores, desde los favoritos tradicionales hasta las creaciones más modernas. Algunos te sorprenderán.
Haz clic o desplázate por nuestra galería para descubrir los panes más deliciosos que ofrece Europa, en una cuenta atrás hasta el más sabroso de todos.
Hemos basado nuestra clasificación en la popularidad duradera de cada pan en su lugar de origen y más allá, y en las opiniones de nuestro equipo, muy viajero (y muy buen comensal). La lista es inevitablemente subjetiva.
Adaptado al español por Alba Mora Antoja, Redactora en Español para loveFOOD.
Los panes oscuros horneados con centeno son muy populares en todo el norte de Europa. El denso pan islandés rúgbrauð tiene forma rectangular, no tiene corteza y tiene un sabor dulce.
Tradicionalmente, la masa se coloca en una olla o barril de madera, se entierra cerca de un géiser y se cuece con el calor geotérmico. Sin embargo, hoy en día, los cocineros caseros suelen hornearlo en un molde cuadrado.
Se suele servir con mantequilla, paté y encurtidos.
Con un exterior ligeramente crujiente y un interior ligero y esponjoso, este panecillo tradicional es ideal para preparar una bifana, un sabroso bocadillo portugués relleno de lonchas de cerdo marinado.
No solo sirve para eso. Los papos secos se pueden disfrutar con una gran variedad de rellenos clásicos para bocadillos. A menudo, se sirven como acompañamiento para mojar en sopas o guisos.
Aunque parezca una crêpe, el lefse es en realidad un tipo de pan plano. Elaborado con patatas ralladas, mantequilla y leche, nata o manteca, este alimento básico noruego se suele rellenar con ingredientes dulces o salados y se sirve enrollado.
La mantequilla, el azúcar y la canela son rellenos habituales, pero hay opciones más atrevidas que incluyen arándanos rojos y gomme (un queso noruego dulce para untar).
Mullido por dentro y harinoso por fuera, el morning roll es uno de los panecillos favoritos de los escoceses. Se puede rellenar con queso o mermelada, o con beicon y morcilla. Es un clásico del desayuno y la merienda.
La receta varía de una región a otra (y según las preferencias del panadero). Algunos morning rolls son blandos, otros crujientes y otros muy tostados, con la parte superior ennegrecida.
Ahora seguimos con uno de los panes preferidos de los alemanes.
El vollkornbrot, uno de los panes más populares de Alemania, está repleto de centeno, lo que le confiere un sabor intenso y una textura densa. Para elaborarlo, se utilizan múltiples formas de centeno, incluyendo harina de centeno, bayas de centeno y centeno partido.
Forma parte de la familia de los panes de masa madre, por lo que tiene un sabor ligeramente ácido. Para mejorar su textura, también se le pueden añadir semillas y frutos secos, como semillas de girasol o calabaza crujientes, o nueces picadas.
La forma de la fougasse, un pan originario del sur de Francia, te llamará la atención. Las hendiduras de este pan ovalado y poco alto no solo le dan el aspecto rústico de una espiga de trigo, sino que también aumentan su superficie, lo que da como resultado una corteza extracrujiente.
Elaborada con una masa rica en aceite de oliva, similar a la focaccia, fue introducida en Francia por los romanos. Existen numerosas variantes regionales. En Provenza, se adereza con romero y aceitunas, mientras que en Niza y Marsella suele llevar aceitunas, tapenade y tomates secos. En la región de Languedoc-Rosellón, incluso se pueden encontrar versiones dulces.
Este alimento básico maltés refleja la diversa historia del país. Los romanos ocuparon la isla en su día y trajeron consigo muchas técnicas de panadería. La palabra hobż proviene del árabe, que tuvo una gran influencia en el idioma local.
Este pan tradicional se hornea normalmente en un horno de leña, comenzando con una masa madre y un largo proceso de fermentación. A menudo, se sirve untado con tomate (o tomate frito), rociado con aceite de oliva y relleno de ingredientes como atún, aceitunas, alcaparras y cebolla.
Este plato húngaro, sustancioso y satisfactorio, se suele cubrir con queso y crema agria con ajo, o incluso con estofado de carne, por lo que es ideal para cuando te apetece algo reconfortante.
El lángos se cocinaba tradicionalmente en hornos de ladrillo o arcilla, pero las versiones modernas suelen freírse en aceite. Fáciles de llevar, son un alimento callejero muy común en todo el país.
A menudo trenzadas y espolvoreadas con sal marina, semillas de amapola o semillas de alcaravea, las houska checas son esponjosas por dentro y crujientes por fuera. La masa es deliciosamente rica y jugosa gracias al huevo, la leche y el aceite vegetal.
Los bollos trenzados se hornean hasta que adquieren un color dorado claro. Populares a la hora del desayuno, las houska combinan tan bien con mantequilla y mermelada como con untables salados.
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El zopf, un tipo de pan trenzado, suele encontrarse en las mesas suizas los domingos por la mañana. Su característico diseño de dos trenzas garantiza una corteza crujiente que, al cortarlo, da paso a un interior suave y ligeramente masticable, delicioso con mantequilla, mermelada o miel.
La masa enriquecida incluye leche y mantequilla, y a veces huevo, lo que le da un toque dulce sin necesidad de añadir mucho azúcar (o ninguno). El zopf es tan popular que los supermercados suizos venden harina especial para zopf (normalmente una mezcla de harina de trigo y espelta).
La piadina romagnola, o simplemente piadina, tiene una historia que se remonta a la antigüedad. Elaborada con harina, sal, aceite, manteca y agua, esta torta plana es sencilla, pero distintiva, con una receta que se ha transmitido de generación en generación.
En 2014, se le concedió la Indicación Geográfica Protegida de la Unión Europea, lo que significa que, para ser considerada auténtica piadina romagnola, debe proceder de la región italiana de Emilia-Romaña.
Los rellenos más populares para este pan plano tradicional son el jamón serrano, la mozzarella y la rúcula. La Nutella y la mermelada también son opciones muy populares para los más golosos.
El pa de pagès de Cataluña es un alimento básico y económico que ha alimentado a la gente común durante generaciones. Redondo y crujiente, este pan tradicional tiene una miga suave y grandes burbujas de aire, resultado de un lento proceso de fermentación.
Es el pan perfecto para el pan con tomate (o, en catalán, pa amb tomàquet). Para prepararlo, tuesta ligeramente un par de rebanadas, frótalas con tomates maduros, añade un chorrito de aceite de oliva virgen extra y espolvorea un poco de sal marina.
Dividida en cinco secciones, la parte superior del Kaisersemmel está diseñada para parecerse a una estrella o una corona. Algunos dicen que su nombre es un homenaje al emperador Francisco José I de Austria, mientras que otros insisten en que lo inventó un panadero llamado Kayser.
Sea cual sea la verdad, este panecillo redondo, a menudo espolvoreado con semillas, es un alimento básico en Austria que se toma con mantequilla y mermelada para desayunar o se parte por la mitad para preparar un sabroso sándwich para el almuerzo.
El pain de campagne rústico es una hogaza grande y redonda de masa madre elaborada con una mezcla de harina blanca y harina integral o de centeno. Es un pan excelente para el día a día que se puede utilizar en una gran variedad de platos, desde simples tostadas hasta sándwiches.
Un proceso de fermentación lento permite que los sabores se desarrollen, lo que da como resultado un pan tan bueno como bonito, pero que no requiere mucho tiempo de preparación.
Y ahora, volvemos a España.
La textura esponjosa y las burbujas irregulares del pan gallego son el resultado del alto contenido en agua de la masa. La masa se elabora con una harina de trigo blando típica de la región y suele contener aproximadamente la misma cantidad de harina que de agua, lo que la hace difícil de manejar.
Sin embargo, los panaderos expertos consiguen que estos panes de masa madre queden perfectos. Existen cuatro variantes diferentes: redondos con un moño en la parte superior, planos, en forma de anillo y tipo baguette.
El tijgerbrood, o pan tigre, es probablemente el pan neerlandés más famoso fuera del país. Su característica superficie agrietada se consigue pintando la superficie del pan con una mezcla de harina de arroz, levadura, azúcar glas, sal y aceite antes de hornearlo.
El patrón distintivo (que algunos dicen que se parece más a una jirafa que a un tigre) se crea al secarse la pasta. Perfecto para sándwiches y tostadas, este popular producto de panadería tiene una corteza crujiente y un interior suave y esponjoso.
También conocidos como palitos de pan, los crujientes grissini son un delicioso aperitivo, ya sea solos o con salsas y crudités. Son originarios de la región italiana del Piamonte y se cree que fueron inventados por un panadero llamado Antonio Brunero. Se le encargó crear un plato que el duque de Saboya, Vittorio Amedeo II, pudiera digerir fácilmente
Son un entrante habitual en los restaurantes de toda Italia y también se pueden encontrar a menudo en los aperitivos de las fiestas.
El knäckebröd, un pan plano y duro o una galleta crujiente que se puede comer con una gran variedad de untables y acompañamientos, desde mantequilla hasta queso y arenque, es un elemento fundamental en muchos desayunos suecos.
Tradicionalmente, se elaboraba solo dos veces al año, con forma de discos planos con un agujero en el centro para poder colgarlo del techo y secarlo. Hoy en día, se puede comprar en casi cualquier lugar, tanto en Suecia como fuera de ella.
Oscuro, denso y ligeramente dulce, el pumpernickel es uno de los panes más sabrosos y populares de Alemania. También es uno de los candidatos al plato con el nombre más ridículo. Según cuenta la historia, es una mezcla de la palabra pumpen, que significa "tirar un pedo", y Nickel, un nombre asociado a un duende travieso del folclore alemán.
Existen otras variedades de pan de centeno en otros lugares, como los Países Bajos, Polonia y América del Norte, pero es probable que el original provenga de la región alemana de Westfalia.
Si te parece apetecible, ¡espera ver el siguiente!
La necesidad ha exigido a menudo un pan barato, fácil de hacer y que se conserve bien. El pane carasau, un pan plano y quebradizo de Cerdeña que se tuesta dos veces, puede conservarse durante meses si se mantiene seco. En su día, eso lo convirtió en un alimento esencial para los pastores que pasaban largos meses trabajando al aire libre.
Este pan, similar al papel, también recibe el sobrenombre de carta di musica, en referencia a que la masa es tan fina como las partituras.
Con su corteza agrietada y espolvoreada con harina y su característico interior amarillo, la broa de milho parece más un pastel o una galleta que un pan. A pesar de su aspecto, es una mezcla salada de harina de maíz y centeno o trigo. A menudo se moja en sopas o guisos, o se disfruta con una variedad de acompañamientos.
Antiguamente, se consideraba un alimento de campesinos, pero ahora lo consume todo el mundo. Es especialmente popular en el norte de Portugal y las Azores.
Se dedica mucho tiempo y atención a la elaboración del korovai, un pan trenzado muy bonito, ideal para bodas. El largo proceso de elaboración comienza el sábado anterior a la ceremonia, cuando las mujeres casadas amasan la masa y cantan canciones populares. Según se dice, este ritual transfiere los deseos de felicidad conyugal al pan.
Muy decorado, el pan puede llevar rosas, espigas de trigo y pájaros, todos ellos símbolos de esperanza para la feliz pareja. Sin embargo, nadie quiere que el pan se agriete durante la cocción, ya que podría ser un mal presagio.
Similar al bagel o al pretzel, el obwarzanek krakowski se retuerce en forma de anillo y se hierve antes de hornearse, lo que le da una corteza maravillosamente crujiente. Es uno de los muchos panes tradicionales de Polonia, un país con una rica tradición panadera. Posiblemente sea uno de los más reconocibles y emblemáticos, ya que se vende como comida callejera en todo el país.
El nombre obwarzanek proviene del polaco "obwarzać", que significa "escaldar", en referencia al método de cocción que le da un sabor ligeramente dulce. Antes de hornearlo, se espolvorea con semillas, sal, hierbas y especias, o incluso queso o cebolla.
La focaccia, uno de los panes más famosos y populares de Italia, es irresistiblemente jugosa, esponjosa y dorada. Su nombre tiene su origen en el latín panis focacius (“pan de horno”), un pan plano que los antiguos romanos cocinaban sobre brasas.
Es una opción muy popular entre quienes buscan recetas de pan "sin amasar", ya que se elabora con harina con alto contenido en gluten, aceite y mucho líquido, que se mezclan para crear una masa fuerte y pegajosa. A menudo se espolvorea con sal marina, romero y tomates frescos u olivas antes de hornearse y servirse caliente.
¿Has probado alguna vez el siguiente pan?
El pan de soda, que entra en la categoría de panes rápidos, no necesita levadura, amasado ni largos tiempos de fermentación. El bicarbonato sódico reacciona con el suero de leche de la masa y la hace subir.
Rápido y económico, fue increíblemente popular durante la hambruna irlandesa del siglo XIX, cuando los cocineros tenían que encontrar formas ingeniosas de hornear el pan diario. Hoy en día, el pan de soda se sigue disfrutando en toda Irlanda en diversas formas, desde las variedades tradicionales hasta interpretaciones más modernas.
Los pretzels se hierven tradicionalmente en una solución de lejía antes de hornearlos, pero hoy en día muchos panaderos caseros sustituyen esta sustancia cáustica por bicarbonato sódico. La masa se enrolla en tiras gruesas, se retuerce formando nudos, se hierve y luego se hornea con una buena pizca de sal.
¿El resultado? Deliciosos bocados de pan con una corteza crujiente, un interior masticable y una forma característica. Los pretzels son un popular alimento callejero que se consume a menudo en Alemania, así como en los mercados navideños y en las celebraciones del Oktoberfest en todo el mundo. Se acompañan con mostaza, mantequilla, queso y Weisswürst, un tipo de salchicha blanca bávara.
Los muffins ingleses suelen rellenarse con ingredientes típicos del desayuno, como salchichas y beicon, o cubrirse con huevos, jamón y salsa neerlandesa para hacer huevos Benedict. También están deliciosos tostados y servidos con mantequilla u otros untables.
Estos panecillos redondos se hicieron populares en el Londres del siglo XIX, cuando los vendían puerta a puerta los llamados muffin men. De hecho, los muffin men se hicieron tan omnipresentes que el Parlamento aprobó una ley para prohibirles causar molestias tocando sus campanas en la calle.
El pan de pita es un pan plano muy versátil que se utiliza para elaborar desde kebabs y wraps hasta crujientes chips. Además, es uno de los panes más antiguos del mundo. Con más de 4.000 años de antigüedad y originario de Oriente Medio, recibió su nombre de los antiguos griegos.
La forma característica de este pan se consigue cocinando la masa a alta temperatura, a menudo en un horno de leña. El vapor abre la estructura del pan plano, creando el hueco perfecto para carne a la parrilla, ensalada, falafel y mucho más.
Aunque a menudo se asocian con la ciudad de Nueva York, los bagels nacieron en las comunidades judías de Polonia. Al igual que los pretzels, los bagels se hierven brevemente antes de hornearse, lo que les da una textura suave y masticable.
Existen muchas variaciones del humilde bagel en todo el mundo, tanto en cuanto a los ingredientes de la masa como a los rellenos frescos. Queso crema y salmón, mantequilla y embutidos son solo algunas de las cosas que puedes encontrar en uno.
Aunque parezca que existe desde siempre, la chapata no se inventó hasta 1982. Arnaldo Cavallari, un panadero de la región italiana del Véneto, se propuso crear un rival para la baguette francesa y llamó a su invento "ciabatta", que significa "zapatilla", debido a su forma.
Con una textura maravillosamente ligera, perfecta para absorber mantequilla, aceite y otros deliciosos acompañamientos, pronto se convirtió en una sensación mundial. Hoy en día se puede encontrar en tiendas, restaurantes y hogares de casi todo el mundo.
¿Existe un pan más emblemático en Europa que la baguette? Se compra a diario en las panaderías locales e incluso, a veces, en máquinas expendedoras de baguettes. Es un pan con forma de bastón, de corteza dorada y miga tierna, y los franceses no pueden vivir sin él.
Probablemente recibió su nombre oficial en los años veinte, pero es posible que su historia sea un poco más larga y se remonte al siglo anterior. Hoy en día, las baguettes se utilizan de innumerables maneras. Se pueden cortar en rebanadas y untar con mantequilla y mermelada, mojar en café o chocolate caliente para desayunar, o para preparar sándwiches.
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